miércoles, 30 de mayo de 2012

Dios y sus representantes


¿Quién es Dios?

Definámoslo por algunos de los atributos que les confiere las religiones monoteístas: cristianismo, islamismo y judaísmo.

Dios es un ser omnipotente. Es todopoderoso, es el creador del universo material, de los seres animados, incluso de los dotados de conciencia, inteligencia y mente pensante como el hombre. Puede provocar diluvios, perdonar, juzgar y  condenar.
           
Dios es un ser omnisciente. Esta presente en todas partes, todo lo observa, tanto el comportamiento humano como las catástrofes, ya sean naturales o provocadas por el hombre, las guerras, el odio racial, el odio religioso, la esclavitud, el hambre y las tragedias humanas personales. Por añadidura este ser superior indaga en nuestras conciencias y adivina nuestros pensamientos, es infinitamente sabio y conoce el porvenir.

Dios es además perfecto, inmutable y eterno. Dicen que también es infinitamente justo y misericordioso, aunque estos atributos no concuerden demasiado con algunas decisiones tomadas por Dios según el Antiguo Testamento. 

Pero Dios es invisible, aunque esté con nosotros no podemos verle, entiéndase al Dios Padre, porque el Dios Hijo se dejo ver hace unos dos mil años, como tampoco se hace visible la tercera divinidad Dios Espíritu Santo. No oímos la palabra de Dios, porque Dios no habla, entiéndase de nuevo el Dios Padre, aunque las Sagradas Escrituras nos dicen que Dios se dirigía a sus profetas en diferentes apariencias y les hablaba. También hay quienes afirman haber recibido la visita de la madre de Jesús, Dios mismo, pero esto resulta sospechoso puesto que la madre de Jesús era una mujer sin divinidad alguna y por consiguiente no goza de ninguno de los atributos de Dios.

Pero este Dios, que es el mismo Dios de los judíos, de los musulmanes y de los cristianos, ha sido objeto de enfrentamientos bélicos entre cristianos y musulmanes a lo largo de siglos, basados en la creencia de que la suya es la verdadera religión, excluyendo como tal a la otra. Esta falta de entendimiento, que ha ocasionado millones de victimas humanas, se fundamenta en una concepción doctrinaria diferente de la religión.

Sin embargo ambas religiones coinciden en la existencia de una vida tras la muerte terrenal, con dos escenarios bien diferentes según el comportamiento de cada cual en este mundo real. Aquellos que han cumplido con los preceptos de la moral y del dogma iran al cielo, que estaba arriba, se sube a los cielos, mientras que los malos, los pecadores, los que se apartan de los preceptos van al infierno, bajan a los infiernos.


Dicen que el cielo es un lugar paradisiaco, en donde no hay sitio para el mal, en donde todo es belleza y placer y en donde se goza de la presencia de Dios. Por el contrario el infierno es un lugar oscuro, con una temperatura extrema aunque no concretada, imposible de salir de allí, es un verdadero martirio y además para toda la eternidad, en esta particularidad coincide con el cielo.

 Pero hoy día nadie sabe exactamente donde están el cielo y el infierno, se habla también de los cielos y de los infiernos, no quedando claro si con esto se quiere significar la existencia de diferentes jerarquías, en todo caso, esta duda surge tras el descubrimiento de que lo que hay alrededor de nosotros es una capa de aire (básicamente nitrógeno y oxigeno) que denominamos generalmente como Atmósfera, a partir de la cual nos adentramos en el llamado espacio exterior, aquel en el que se mueve el planeta Tierra girando alrededor de una estrella (nuestro Sol), entre millones de millones de otras tantas que pueblan el Universo y alrededor de si mismo dando origen a los días y las noches y a las estaciones.

Este descubrimiento de que la Tierra no es el centro del Universo supuso un inmenso revés para los pilares en que se fundamentan las religiones monoteístas, por ejemplo el cielo y el infierno quedaban desubicados.

Con independencia de esta falta de orientación respecto de la dirección de ambos lugares, hay una contradicción básica entra ambas religiones, de tal forma que, volviendo a otro ejemplo, según la Iglesia Católica quien no creyese que Jesús es Hijo de Dios y por tanto fue exclusivamente un hombre que nació de una mujer no virgen, fruto de la relación sexual de su madre con un varón, estaría en pecado mortal y en el caso previsible de que muriese con esa creencia seria condenado al infierno. Y esto es así para todos los mortales, tanto para los agnósticos y ateos como los musulmanes y judíos, quienes irían todos al infierno sin remisión y esto no es concebible, porque por razones similares todos los cristianos irían al infierno según los musulmanes, que no creen en la virginidad de la virgen ni en que Jesús sea hijo de Dios (ellos son mas monoteístas), de forma que como ambas cosas no pueden ser cierta al mismo tiempo, ni puede ser cierto que vayamos todos al infierno o todos al cielo, la doctrina hace aguas, cae en el absurdo.

Hay otros interrogantes cuyas respuestas no siempre son satisfactorias, aquel que ha llevado una vida depravada, que ha hecho el mal deliberadamente, que ha robado y asesinado, pero se arrepiente de sus pecados antes de la muerte ¿alcanzara el cielo? Dada la infinita bondad de Dios, será perdonado, redimido de sus pecados y estará en estado de gracia para alcanzar el cielo. Por el contrario, aquel que ha ayudado a sus semejantes durante toda su vida, pero que, por la debilidad humana cae en el pecado y muere antes de poderse arrepentir, desgraciadamente, se habrá desviado del camino correcto y desembocara en el maldito infierno. Claro que todo esto tendrá matices, pero ¿Quién determina el matiz?

De modo que lo más razonable es concluir en que no existen ni el Cielo ni el Infierno, ni siquiera este lugar intermedio y tan poco concreto que los cristianos llaman Purgatorio.

En el mejor de los casos, de existir, no habría forma de saber quienes van a un sitio u otro, en cuyo caso lo mejor es vivir como si no existiese.

El problema es que Dios no da señales de vida, no se persona, no dice esta boca es mía. Sus ultimas palabras fueron dirigidas a Jesús su Hijo, pero tras su muerte se ha elaborado una doctrina a lo largo de los primeros siglos del cristianismo que nos hacen dudar si representan o no la voluntad divina y siglos después de Jesús aparece Mahoma, otro Mesías que se presenta como enviado de Dios aunque no se considera su Hijo y crea otra doctrina. Y para rizar el rizo el cristianismo tiene dos Cismas o divisiones, el de Oriente, por el que aparece la Iglesia Ortodoxa y el de Occidente que da origen al protestantismo. Así que nos encontramos en un mar de dudas en cuanto a cual es la verdadera religión. Tampoco el Antiguo Testamento es claro al respecto puesto que fue escrito en una época muy remota, hace algunos miles de años, quizás en tiempos de los estados babilónicos, y llevar a la práctica algunas de sus enseñanzas no parece muy ejemplarizante en nuestros tiempos.

Para salvar estos baches intelectuales aparecen los representantes de las religiones, personas que se atribuyen la representación divina y ejercen una función que nadie les ha encomendado pero que ellos pretenden ser mandatada directamente por Dios, aunque si Dios no da muestras de si mismo ¿Cómo podemos saber si son realmente representantes reconocidos por su representado?

Tengamos en cuenta que Dios no es un ser cualquier, no tiene ni siquiera rostro, pero es todopoderoso, es eterno y es único y por todo ello es inconcebible para nuestras mentes finitas. Ha creado el Universo, todo lo conocido y desconocido y nos ha creado a nosotros, seres ínfimos en un universo cuasi infinito. Y uno de nosotros tiene la suerte, por las razones que fuere, en convertirse en el máximo representante de Dios, esto le confiere un inmenso poder, actuar en nombre de Dios, interpretar su voluntad, esto le confiere un poder absoluto sobre la humanidad, sus interpretaciones de la realidad y sus decisiones no son cuestionadas. Si Dios no se puede dirigir a los humanos y de existir existe, porque su negación significaría la condena al fuego eterno, será su representante en la Tierra quien hable en su nombre. Dicho y hecho, uso y abuso. 

Esto ha ocurrido desde el origen de los tiempos, cuando no se habían escrito las Sagradas Escrituras, cuando no se conocía el Génesis, pero los primeros hombres intuían que había algo superior, puesto que no podían interpretar de otra forma los cambios del día a la noche, las estaciones, las tormentas, el fuego, el miedo, la enfermedad y aparecieron los chamanes, los brujos, los sacerdotes, que interpretaban los fenómenos naturales y del espíritu. Fueron ellos los primeros representantes de Dios, mejor dicho de los Dioses, porque en aquellos tiempos no se sabía que había un solo Dios.

Y esto es lo que ha ocurrido a lo largo de los siglos de las distintas civilizaciones, las grandes culturas griegas y romanas eran politeístas y entre sus dioses había una relación de confraternidad y enfrentamientos que lo hacían muy humanos. Como estos dioses tampoco se dirigían directamente a los humanos lo hacían a través de intermediarios, que se arrogaban su representación, las pitonisas y sacerdotes de los templos sagrados.

Con la llegada del cristianismo y la desaparición de los dioses el mensaje se simplifica, un solo Dios, aunque años mas tarde, en el siglo IV y en los concilios de Nicea y Constantinopla se consagra el dogma de la Santísima Trinidad, de forma que la Iglesia complica la doctrina creando un misterio, que como tal es irresoluble, porque a partir de entonces hay un solo Dios aunque tres formas distintas del mismo. La Iglesia Católica se empeña en hacernos creer que se trata de un solo Dios aun siendo tres, creando con ello un autentico problema para teólogos, padres de la iglesia y personas con uso de la razón.

La Iglesia Cristiana va creando toda una estructura jerarquizada de poder representativo con objeto de llegar a toda la humanidad y se va dotando de una doctrina a través de sucesivos concilios, conclaves de la jerarquía eclesiástica, en los que se determina los dogmas y verdades que hay que creer y defender en nombre de Dios y se dota de una moral que condiciona las costumbres y determina la forma de actuar de las personas, no solo de los comulgantes con su religión sino de toda la humanidad.

Observemos que en esta jerarquía de la Iglesia que va desde los sacerdotes de parroquias hasta el Papa, pasando por obispos, arzobispos y cardenales no hay una sola mujer, aunque si dentro de las corrientes protestantes, sin que tengamos constancia de que Dios se haya pronunciado en tal sentido. Aunque, si Dios creó a la mujer de un trocito del hombre, concretamente de una costilla, quizás esto deba interpretarse como un muestra de la inferioridad de la mujer dentro del genero humano. Las mujeres en la Iglesia están destinadas a los conventos y al cuidado de los santos.

Fruto de los diferentes concilios que ha celebrado la Iglesia Cristiana desde sus orígenes están los siguientes dogmas, que todo cristiano o al menos católico esta obligado a creer.

La virginidad de la madre de Jesús. Naturalmente este es inconcebible, porque no puede surgir un ser humano sin la fecundación de un ovulo por medio de un espermatozoide inyectado mediante una relación sexual. Hoy día, gracias al desarrollo de la ciencia es posible la inseminación artificial, que no se conocía en tiempos de Herodes, aunque siempre con la presencia del dichoso espermatozoide, pero al parecer esta célula no intervino en modo alguno en el nacimiento de Jesús, no de otro modo deberíamos considerar el hecho de que su madre fuese concebida sin mancha. ¿Por qué la Iglesia complica tanto las cosas? No entremos de momento en las razones que pudieran tener los antiguos padres de la iglesia para hacer que así se creyera y a los más recientes para mantenerlo.

La concepción de María se lleva a cabo por obra y gracia del Espíritu Santo, que se representa en forma de paloma. Tampoco es comprensible este interés de la Iglesia en ser monoteísta y politeísta al mismo tiempo, a pesar de mostrar múltiples contradicciones, como que si Dios es inmutable no cambia en su eternidad, pero al pasar de ser Dios uno, el del Antiguo Testamento, al Dios trino, con Hijo y el Espíritu Santo, del que no esta muy claro su papel como tercera divinidad, el padre cambia de estado. ¿De donde sacaría la primitiva Iglesia esta idea, que tampoco es que fuera muy novedosa? Ya el Dios griego Hércules nació de Zeus (Dios padre) y de una mujer, Alcema, que a su vez tenia marido a quien se le dio arte ni parte.

La muerte y posterior resurrección de Jesús. En aquellos tiempos no se tenia conocimiento de la naturaleza de la materia ni de la disposición del Universo y de la Tierra como parte infinitesimal de aquel, por consiguiente aun se sostenía la teoría del cielo como lugar situado arriba de nuestras cabezas, Jesús subió al cielo en cuerpo y alma; respecto de esta última, puesto que es invisible, cabria suponer que fuese a cualquier sitio, incluido el cielo, pero en lo que respecta al cuerpo no es concebible que superase el sepulcro, atravesase la piedra y se elevase resistiendo la gravedad, todo el mundo sabe que cualquier cuerpo (no gaseoso) que se eleve, cae por su propio peso, debido a esta maldita ley descubierta por Isaac Newton en el siglo XVII, aunque esto lo sabían en la antigüedad hasta los menos avispados.

 Respecto del cielo y el infierno, el pilar supremo del poder eclesiástico, el arma mas poderosa jamás inventada, es realmente un virus imperecedero, inmaterial pero de efectos perversos, no actúa sobre los cuerpos, sino directamente sobre las conciencias, se incrusta en el interior, se extiende por las vísceras, la sola duda es perniciosa, autoinculpa a quien lo posee, le humilla, es resistente, se inocula en la infancia, cuando los cerebros están en formación, con objeto de que su agarre sea mas sólido, mas difícil exterminar o expulsar del interior. Es aquí donde mas interés muestran los representantes de Dios, en la educación religiosa de los niños y niñas. Por muy extraño que pueda parecer, por poco comprensible que sea, aunque digamos no, es imposible, si al tiempo nos dicen los representantes de Dios en la Tierra ¡ojo¡ que te condenas al fuego eterno, que el cielo no esta reservado para los que no creen en este misterio, que lo dice el máximo representante, el que tiene relación directa con Dios. El temor al infierno es tan grande, lo llevamos tan adentro, que la sola duda de su existencia da pánico, no sea que al final me condenen y esto ya no tendrá remedio.

Por cierto, ¿donde estarán aquellos representantes de Dios que fueron maestros de la persecución, que ejercitaban el martirio y condenaban a la hoguera o a la horca a ateos, brujas, paganos, herejes, moriscos, cristianos no ortodoxos, que formaban parte de tribunales de condena, que actuaban con el consentimiento del máximo representante, esto es del Papa? ¿Estarán ardiendo en el infierno o gozaran de la presencia de Dios en el cielo? ¿Y los condenados? En aquellos tiempos el Papa era infalible, no se equivocaba, hablaba por boca de  Dios y por tanto obraba en su nombre, pero sabemos que aquello estuvo mal, por tanto que Dios se equivoco o bien debemos concluir en que aquellos representantes de Dios no lo eran realmente. Y ¿Qué muestras tenemos de que los actuales representantes de Dios no sean también unos impostores? o ¿por el contrario, siguiendo con la teoría del camelo, Dios no es sino una invención del poder? Alguien podría aducir que eran otros  tiempos, pero entonces ¿Qué fue del alma de aquellos condenados que fueron obligados a abandonar este mundo antes de tiempo?

Otro de los dogmas-milagros difíciles de entender es el de la Eucaristía, mediante el cual el pan y el vino de la misa se convierten en el cuerpo y sangre de Jesucristo. Los cristianos sienten, cuando comulgan, que realmente tienen en su boca al mismísimo Jesucristo y caminan en silencio y disfrutan de ese momento antropofagico. ¿Cómo es posible creer en tal conversión milagrosa y que se produzca por obra y gracia de cualquier sacerdote en un momento del rito religioso de la misa? Pero las religiones son irracionales y se basan en unas creencias incrustadas en el cerebro durante la etapa humana de mayor ignorancia, la niñez y fomentada en la edad adulta a través del temor al mas allá.

La oración es otro de los instrumentos utilizados por las iglesias para mantener viva la fe en su religión, es este caso se trata de hacer creer a los fieles que se comunican con Dios, pero en un solo sentido, se trata de un monologo entre los fieles y Dios, porque ya sabemos que este no se dirige a sus seguidores, por muchos casos que existan de apariciones divinas en mentes ciertamente rebuscadas. A través de la oración se le pide deseos a Dios, cuando estos se cumplen se deben a la gracia de Dios y cuando no es porque Dios así lo ha querido. Y se le da gracias por los bienes concedidos. Hace poco tiempo (agosto de 2011) un hombre de La Coruña, habiendo salido ileso de un accidente de tráfico peregrina junto a su familia hacia un lugar sagrado y en el camino es atropellado mortalmente junto a otros dos miembros de su familia. ¿Cómo interpretar este hecho?

El bautismo que quita el pecado original. Todos sabemos que cuando Dios creo a Adán y Eva les puso una condición, la de no probar el fruto prohibido, de un manzano al parecer y que al quebrantar esta prohibición, cometerían el primer pecado, el mas grande, el llamado pecado original, que se transmite de generaciones en generaciones. Para redimir a la humanidad de este pecado vino Jesús al mundo. Aquí se planean varios interrogantes, el primero de ellos es si realmente fueron ellos, Adán y Eva los primeros seres humanos en la Tierra, porque hoy sabemos que los primeros homínidos son fruto de un proceso evolutivo y que en algún momento en la Tierra convivieron varias especies humanas, los Neandertales y los Homo Sapiens, de lo que la Biblia no hace mención alguna y que bastante tenían con luchar para sobrevivir como para detenerse en comer o no manzanas prohibidas. Así que hemos de suponer que la existencia de Adán y Eva como tales no es sino una invención de los autores de la Sagradas Escrituras. A partir de ahí ¿Qué sentido tiene la prohibición? y aunque existiese tal prohibición, ¿en que consistía? porque no es creíble prohibirle que coman el fruto de un manzano, salvo que sea una metáfora y detrás se esconda alguna otra prohibición de mas calado, pero la Biblia no lo aclara, entonces ¿que se ha de creer y porque? Lo que si deja claro es que Dios ya sabia que iban a cometer tal pecado, puesto que es omnisciente, es sabio y conocedor del porvenir, por tanto ¿Por qué les prohíbe algo que sabe que no van a cumplir? es tal la contradicción que no cabe sino suponer que los autores bíblicos no analizaron suficientemente lo que escribían.

Si el relato bíblico es un cuento mejor o peor narrado, que no viene al caso, ¿Por qué la Iglesia Cristiana se ha empeñado en que Jesús vino al mundo para redimirnos, a creyentes y no creyentes, de aquel pecado que cometieron aquellos personajes de cuento? Pero el sacrificio además fue en vano, puesto que la Iglesia, hoy día, sigue empeñada en hacernos creer que nacemos con ese pecado metido en el cuerpo, y mira que somos inocentes al nacer, pero se trata de un pecado hereditario. Pero lo más grandioso, es que sin esperar a hacernos mayores y tener la posibilidad de hacer algo para redimirlo, basta con unas gotas de agua en la cabeza para que tal pecado se disipe. Pero, bueno, ¿creen que somos tontos?, pues si. ¿Lo somos?  

Y que decir de los milagros, no ya los que hizo Jesús, que al fin y al cabo era hijo de Dios y por tanto pudiera atribuírsele algunas condiciones para ello, sino los atribuidos a los hombres y mujeres sin parentesco divino. Quizás el milagro este unido a la necesidad de la Iglesia de tener mártires para venerar, lo que tampoco queda del todo claro al tratarse de una religión monoteísta ¿Qué necesidad hay de tantas imagineria? Salvo que sea un instrumento para mantener viva la fe y tener entretenida a la feligresía. Quizás lo mas destacado de esta imagineria es la multitud de imágenes de vírgenes, de lo mas dispar, que representan todas ellas a una misma mujer, la madre de Jesús, y las hay para todos los gustos, blancas, morenas, negras, de cara ancha o alargada, de nariz aguileña o chata, cada una con sus seguidores, normalmente destinadas a ser patronas de pueblos o ciudades, con el propósito de mantener las fiestas que toda localidad debe tener para su propio sosiego, pero siempre con la base religiosa materializada en su patrona o patrón. También la Iglesia se alimenta de diferentes imágenes de Jesús, orando, con la cruz a cuestas, crucificado, muerto, subiendo a los cielos, en suma recreando todos los episodios reales o inventados de la vida de Jesús para mantener viva su memoria, establecer la Semana Santa en el calendario laboral y consolidar el poder de los representantes de Dios.

Confesión, penitencia y perdón. Que gran coartada, el pecado se perdona con la confesión y unos padres-nuestros y avemarías. Esta es una de las misiones de los representantes de Dios, aunque en los últimos tiempos los feligreses se han cansado de contar sus miserias a los curas y se confiesan consigo mismo. Si no se hubiese inventado el perdón de los pecados todos iríamos de cabeza al infierno, en cuyo caso que sentido tendría evitar el pecado tras cometer el primero, pero no, te arrepientes, se te perdonan los pecados y así hasta la muerte, pero ojo, procura que la muerte te pille confesado, porque en caso contrario ya no hay posibilidad de arrepentimiento ni de perdón.

Y puestos a pensar en el pecado y el temor al infierno, mas que el deseo de alcanzar la gloria, quizás concluyamos en que el pecado es algo relativo, que cambia con los tiempos, con las costumbres y entonces cabria pensar que muchos estarán en el infierno por pecados que ya no son tales y quizás ocurra al contrario. Pongamos por caso la convivencia entre hombre y mujer fuera del sacramento del matrimonio, siempre estuvieron en pecado mortal y por consiguiente irían de pleno al infierno, pero hoy día la Iglesia no pone grandes objeciones, reciben la eucaristía sin necesidad de arrepentimiento e incluso son casados por la Iglesia sin más. Así que el pecado es relativo, en cuyo caso seria de una injusticia tremenda que por vivir en una época o en otra se condene o no al fuego eterno, salvo que todo sea un camelo, tras lo que se escondería una tremenda hipocresía.

¿No es hipocresía que el sagrado sacramento del matrimonio eclesiástico pueda ser anulado a petición de uno o ambos cónyuges, por muchos hijos que tuvieren fruto del mismo, a criterio de un tribunal constituido por dignos representantes de Dios en la tierra? ¿o no es menos hipócrita que la Iglesia Cristiana instituyera el invento de las indulgencias para conseguir réditos a quienes las adquiriese con objeto de tener mas próximo el cielo y mas lejos el infierno? por cierto, invención que dio origen al nacimiento del protestantismo, porque era un abuso de poder por parte del papado, una forma de sacar dinero y ponerse a los ricos de su parte favorendoles ante las puertas del cielo, en suma, una gran mentira, reconocida por Lutero y otros muchos, que no dejaban de ser seguidores de Jesucristo, más bien estaban en contra de la máxima representación de Dios en la tierra, por corrupta y abusona. ¿Cómo Dios consentía que semejantes personajes corruptos gobernasen las almas en su nombre?

A lo largo de la historia de la Iglesia hasta nuestros días hay ejemplos de máximos representantes de Dios que han ejercido su misión no siguiendo el mandato divino, si es que lo tuvieran, ni en beneficio de la humanidad, sino en beneficio propio. Lucharon por poseer un poder bajo el pretexto de que les venia conferido de Dios, se aliaron con el poder político de la época, por encima del cual pretendían estar la mayoría de las veces y lo conseguían, condicionándoles y sometiéndoles a sus dictados bajo la permanente amenaza de la excomunión, lo que significa la condena eterna sin remisión, salvo que diera con algún rey o emperador que les parase los pies, olvidando entonces su calidad de cristiano o católico, según los tiempos, porque el ejercicio del poder esta por encima de las creencias, salvo en muy honradas excepciones.

De hecho, en el occidente civilizado, el ejercicio del poder civil, durante siglos, se ha considerado emanado o conferido por Dios, cuyo representante en el mundo de los mortales esta personalizado en la figura del Papa de Roma. En el mundo islámico la confusión es aun mayor porque en muchos casos el liderazgo político y religioso recae en la misma figura. Y del integrismo del judaísmo, aunque se trata de un movimiento no apologético, hay suficientes pruebas para demostrar su influencia en el Estado de Israel.

En esta lucha por el poder no es de extrañar que la Iglesia tenga en su haber Papas corruptos, incestuosos, violadores, pederastas, sádicos o que practicaban perversidades de distinta naturaleza, por supuesto que muchos tenían hijos ilegítimos a quines en ocasiones reconocían sin que nadie se rasgase las vestiduras por ellos. Hasta hubo Papas cuyos padres también lo fueron. Lo del celibato y la castidad vuelve a ser otro camelo. Vamos, que a estos representantes de Dios les importaba un bledo el infierno.

Así que debemos concluir que, tras tanto dogma, no hay sino una estructura de poder que instrumentaliza la idea religiosa para su propio beneficio, aprovechándose de la debilidad de las conciencias y basándose en creencias elementales adquiridas desde la mas tierna infancia, razón por la que es tan importante para las Iglesias mantener el control de la educación religiosa en los colegios y alimentarla en la sociedad en connivencia con el poder político. No de otra forma podría explicarse la confianza que se mantiene en los representantes de Dios, también llamados líderes religiosos de cualquier signo.

            En el siglo XXI la idea religiosa, la lucha por el poder, la connivencia entre el poder civil y el poder religioso siguen estando en el escenario político. Circunscribiéndonos a los países de mayoría cristiana, quizás sean España, los países sudamericanos  y los EEUU de Norteamérica los que están más condicionados por el peso de la idea religiosa. Sorprende que en el país mas desarrollado del mundo los candidatos a la presidencia aludan al hecho religioso para la captura de votos en sus campañas electorales. Sigue siendo sorprendente que este mismo país, líder en el desarrollo científico y técnico, este escorado a un cada vez mayor integrismo religioso y posibilite el auge de las ideas creacionistas y el integrismo religioso, en detrimento del evolucionismo, lo que además de significar un contrasentido y atentar contra la razón, es un retroceso en el desarrollo de la historia de la humanidad. En España, donde el integrismo religioso no esta tan afincado, la batalla entre defensores de la escuela privada y la escuela publica esconde detrás el componente de la enseñanza religiosa en los colegios, liderado por la todopoderosa Conferencia Episcopal y su presidente, como representantes del poder divino consolidado y protegido por la clase política.

Lo cierto es que la educación religiosa niega al ser humano su capacidad de raciocinio (fe contra razón) y condiciona su desarrollo intelectual.


(*) Perdonen por la simpleza de los razonamientos, de los planteamientos, del discurso, ante la solidez de los argumentos de los defensores de los dogmas religiosos. 

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