sábado, 7 de marzo de 2015

NUMEROS: Rituales y trompetas



NT (texto bíblico): Cuando Moisés entraba en el tabernáculo para hablar con Yavé, oía la voz que le hablaba desde encima, entre dos querubines: cuando pongas las lámparas en el candelabro, ponlas de modo que las siete alumbren hacia delante. El candelabro era todo de oro batido (Num. 7.89; 8.1-4).

CM (comentrios): ¿Veía Moisés a Yavé o solo le oía? En cuanto a los querubines, que no mencionaban palabra alguna, simplemente acompañaban a Yavé, debía verles Moisés, pues en caso contrario ¿cómo percibir su presencia?     

En cuanto al candelabro, sorprende como Yavé esta pendiente del más mínimo detalle, como es la posición de las velas. Ante esta preocupación del todopoderoso, me pregunto ¿a qué dedicará su tiempo en estos momentos? Quizás decepcionado de su propia creación nos ha abandonado a nuestra propia suerte. Dado que es todopoderoso no cabria pensar que la causa de un hipotético abandono sea que esté ocupado en otros menesteres, como pudiera ser la creación de otros mundos; porque esta fuera de toda lógica, que quien siendo todopoderoso, se preocupe de cosas tan nimias y sin embargo deje de lado la cantidad de miserias que observamos a diario en nuestras vidas.

Pero, a decir verdad, el dios que nos ofrece la Biblia es más sanguinario y perverso que incruento y bondadoso. Lo sorprendente es adorar a un dios tan egocéntrico, narcisista y tan preocupado en que le adoren.

NT: Establece Yavé como han de purificarse los levitas. Haz sobre ellos una aspersión con agua expiatoria; que pasen la navaja por todo su cuerpo. Y Arón ofrecerá los levitas en ofrenda ante Yavé. Los levitas pondrán sus manos sobre la cabeza de los novillos y ofrecerás uno en sacrificio por el pecado y el otro en holocausto a Yavé para la expiación de los levitas…porqué son donados a mí enteramente de en medio de los hijos de Israel…; pues todo primogénito de los hijos de Israel es mió, lo mismo de los hombres que de los animales. Esto es lo que toca a los levitas de veinticinco años hacia arriba, hasta los cincuenta, que serán cesados en sus funciones (Num. 8.5-26).

CM: También aquí, cuando se establece la forma en que los levitas, la estirpe elegida por Yavé como casta sacerdotal, han de ser purificados antes de poder ofrendar los sacrificios; el hacedor hace valer de nuevo sus derechos de propiedad sobre la casta sacerdotal y los primogénitos de cualquier especie.

NT: El primer mes del año segundo después de la salida de la Tierra de Egipto, en el desierto del SINAB, dijo Yavé a Moisés que celebren la Pascua el día catorce de ese mes, entre dos luces, la celebrareis conforme a todas las leyes y a todos los ritos que a ella se refieren. Algunos, estando impuros por un cadáver no sabían que hacer y preguntan a Moisés, quien acude a Yavé, el cual le responde que quien este impuro o de viaje celebraran la Pascua el día catorce del segundo mes. En cambio si estando limpio o no estando de viaje, no la celebrare, éste será borrado de su pueblo por no haber ofrecido a tiempo su ofrenda a Yavé, y llevara sobre si su culpa (Num. 9.1-14).

CM: Moisés, siempre intermediario entre Yavé y su pueblo, líder espiritual por mandato divino y muy a pesar suyo, no sabe reaccionar ante las incomodas incertidumbres de sus compatriotas y ha de acudir a Yavé para la resolución de dudas y conflictos, en esta caso, que hacer en estado de impureza.

Yavé aprovecha, una vez más, para advertir de las consecuencias del incumplimiento de sus mandatos, esto es, el desprecio de su pueblo, el destierro, porque los mandatos de Yavé son de obligado cumplimiento.

NT: El día que fue alzado el tabernáculo, la nube lo cubrió y desde la tarde a la mañana hubo como un fuego sobre el tabernáculo. Así sucedía constantemente, de día lo cubría la nube y de noche la nube parecía de fuego. Cuando la nube se alzaba, partían los hijos de Israel y allí donde se paraba la nube acampaban,… Fuesen dos días, un mes o un año, mientras la nube se detenía sobre el tabernáculo, los hijos de Israel no se movían… (Num., 9.16-23).

CM: La nube, en la que se suponía que estaba Yavé, determinaba los movimientos de los israelitas en su travesía por el desierto. La tardanza en partir dependía de la voluntad de la nube, a través de la cual Yavé impartía las órdenes de parada y partida. Pobre Moisés, líder espiritual y conductor de su pueblo hacia la tierra prometida, sin capacidad decisoria, mero transmisor de los caprichos de su dios. Que hartazgo. ¿Qué razones tenia Yavé para someter a su pueblo a una travesía tan duradera, en un lugar tan inhóspito como el desierto? Ponerlo a prueba, verificar la capacidad de sumisión y de resistencia de su pueblo elegido para adorarle y hacerle ofrendas.

NT: Dijo Yavé a Moisés: Hazte dos trompetas de plata batida a martillo, que te sirvan para convocar la congregación y para hacer mover el campamento (Num. 10.1-2).

CM: Yavé establece a continuación el uso de las trompetas, el sonido de una sola trompeta se hará para convocar a los príncipes jefes, el sonido de las dos será para convocar a toda la asamblea. También se tocaran las trompetas como alarmas contra el enemigo, en caso de alegrías, en los holocaustos y sacrificios y en las fiestas, con diferentes toques. De nuevo observamos las múltiples cualidades del creador en las cosas más mundanas. Grandioso Yavé.

1 comentario:

  1. Que Yaveé ni que mierda esto parece un cuento de locos metidos en COCAINA .

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