lunes, 16 de marzo de 2015

Luces y tinieblas: ciencia y religión



Un sabio griego, Aristarco de Samos, entendió, hace unos dos mil doscientos años que el modelo geocéntrico vigente en su época, y anterior al descrito por Ptolomeo, presentaba deficiencias notables y trato de explicar que era mas coherente aceptar que la Tierra giraba alrededor del Sol, una aseveración que al ser contraria al pensamiento de la época era de difícil aceptación puesto que hacia de la Tierra un astro irrelevante que orbitaba al compás que lo hacia el resto de planetas conocidos. Muchos otros sostuvieron la misma idea en tiempos de los cristianos y fueron perseguidos hasta la muerte por ello. Hubo de pasar más de mil setecientos años para que el modelo de Aristarco fuese aceptado, con el consiguiente rechazo de la Iglesia de Cristo convertida en pilar de la civilización occidental.

Desde el reconocimiento oficial del cristianismo por parte del emperador Constantino (Edicto de Milán, año 313) y su posterior declaración como religión oficial del imperio en tiempos del emperador Teodosio I (Edicto de Tesalónica, año 380), la Iglesia de Cristo, aliada con el poder civil, no ha dejado de influir en las conciencias de los “súbditos” de los diferentes regimenes que se han sucedido en Europa y en los países colonizados, hasta el punto de perseguir con la pena de muerte, previa tortura, a todos aquellos que se oponían a renegar de su antigua religión o que una vez convertidos no daban muestras, a juicio de los inquisidores, de indudable abnegación en el reconocimiento y practica de los dogmas y virtudes de la moral cristiana.

Con ese dominio absoluto de las mentes la Iglesia de Cristo intento, por todos los medios, oponerse a todo lo que pudiera representar un cuestionamiento de las creencias o de los principios en los que se fundamentaba su visión del cosmos, del ser humano y de su destino. Una visión geocéntrica del Universo, una idea del hombre como máximo exponente de la creación, la superioridad de éste sobre la mujer o la existencia de un mundo celestial más allá de la muerte, 

Durante los últimos siglos han ido cayendo paulatinamente los pilares en los que se han basado las religiones, la Tierra dejo de ser el centro del Universo para convertirse en un pequeño astro que gira alrededor de una estrella entre millones de ellas que se mueven en una galaxia que convive con millones de otras galaxias que conforman el universo conocido. Las ciencias de la naturaleza (Geología, Antropología, Biología,…) y las ciencias espaciales (Autonomía, Astrofísica, Cosmología,…) han echado por tierra la idea simplista de un mundo creado por un dios omnipotente por mucho que algunos insistan en seguir educando a los niños y niñas en la falsa idea del creacionismo. Los estudios de Charles Darwin a cerca de la evolución de las especies, junto con otros investigadores de la herencia genética vinieron a incidir en la falsedad de la creación. La indagación en el cuerpo humano y el estudio de su composición y funcionamiento ha venido a arrojar luz sobre nosotros mismos y ha ayudado a curar enfermedades y a prevenir epidemias, contrariando a la todopoderosa Iglesia de Roma en su defensa de la no disección del cuerpo humano. Hasta hoy día la Iglesia, sosteniendo que las relaciones sexuales tienen por exclusividad la procreación, se opone al uso del preservativo como forma de evitar enfermedades contagiosas por transmisión sexual como el Sida u otras de menor repercusión.

Por extraño que nos pueda parecer a los ciudadanos de occidente, y sobre todo a las ciudadanas, el modelo social establecido por las religiones se ha basado en la supuesta inferioridad de la mujer respecto del hombre, destacado en multitud de pasajes bíblicos y del Corán y tan llevados a la practica en las sociedades de todos los tiempos, incluso en nuestro civilizado occidente actual. Desgraciadamente la superioridad de razas y la esclavitud han sido defendidas igualmente por las autoridades religiosas y por sus seguidores como parte del modelo de estructuración social. Fundamentos todos ellos inadmisibles aunque desgraciadamente vigentes en las sociedades islamistas en donde la mujer sigue sometida a la férrea voluntad del varón hasta extremos, en ocasiones, cercanas a la esclavitud

Y por último la gran traición al ser humano, el mas allá, el gran invento que posibilitó la humillación, el sometimiento, la subyugación de las personas al poder establecido, simbiosis entre el poder terrenal y el poder celestial. Un lugar virtual en donde “las almas” separadas del cuerpo viven eternamente junto a ángeles y demonios según su comportamiento en “éste terráqueo valle de lagrimas”, premio o castigo, por cierto negociable en términos económicos mediante otro gran invento indulgente que dio origen a una escisión en el seno del cristianismo. ¿Quien puede sostener semejante aberración a la lógica, a la razón y a la ciencia?

¿Que queda pues de esos pilares que sostienen a las religiones? No existe ni un solo elemento sostenible que pueda dar sentido a la existencia de las religiones, salvo la necesidad de los seres humanos en creer en algo superior que justifique sus propias limitaciones como ser humano. La fe ciega, el refugio en la ignorancia, la oración como instrumento de comunicación con el subconsciente y como forma de dominar los temores y perseguir los deseos.

Luces y tinieblas, conocimiento e ignorancia, ciencia y religión. La ciencia observa, indaga en el origen de las cosas, busca una explicación a los fenómenos de nuestro entorno, experimenta aún a riesgo de equivocarse, de errar, pero con el animo de superar etapas en el largo proceso del conocimiento; por el contrario, la religión, además de oponerse a todo tipo de investigación, se refugia en lo escrito en los “textos sagrados”, en descifrar e interpretar su significado, porque ellos contienen la palabra de Dios, un ser desconocido creador del cielo y de la tierra y de todos los seres vivos, pero que no da señales de su existencia, ni falta que hace.                                                                                                                                                

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