sábado, 13 de junio de 2015

El Papa Francisco

Intento descifrar, sin conseguirlo, un mensaje lanzado por el Papa Francisco –dicen que será I cuando aparezca un II- también llamado el Santo Padre, el Obispo de Roma, el Vicario de Cristo, Su Santidad, el Sumo Pontífice o el Sucesor de Pedro, además de Jefe de Estado de la Ciudad del Vaticano.

El actual Papa, que posee los mismos títulos que los anteriores por ser inherentes al cargo, ha declarado que “El Espíritu Santo que Cristo ha mandado junto al Padre, y el Espíritu Santo Creador que ha dado vida a cada cosa, son uno y el mismo. Y por ésta razón hemos de respetar la creación, que es por otra parte un jardín que hemos de cultivar y custodiar con respeto”  

Supongo que para cualquier católico las palabras son claras además de elocuentes, no quedará la menor sombra de duda de lo que ello significa y cuales son las consecuencias últimas de dicho mensaje; sin embargo para un no creyente, lector incluso de la Biblia (sostengo que los ateos conocemos mejor la biblia que los propios creyentes) pero no versado en la moderna lingüística vaticana no es fácil entender la profundidad del mensaje.

Para comenzar no acabo de ver clara la diferencia entre el Espíritu Santo y el Espíritu Santo Creador, ni que Cristo mandara al primero junto al Padre. Es de suponer que el Padre fuera lo primero que existiese, aunque igual tenia en si mismo un Espíritu (Santo, por supuesto) Creador que le movió a crear el mundo en el que habitamos. En tal caso quedaría aclarada la diferencia entre ambos espíritus, el segundo es el espíritu del Padre, algo así como el alma para los mortales, solo que el Padre no es corporal, quizás materia oscura, pero entonces, ¿Qué sentido tiene dos espíritus en uno? O quizás esta Papa quiera aumentar la familia y convertir el misterio del Trío en Cuarteto. Lo que si esta claro es que todos son los mismo, esto lo sabemos desde pequeñitos, no cabe la menor duda en ello. 

Por lo que sé, Cristo es posterior al Padre y al Espíritu Santo, de hecho es el hijo del primero y quizás también del segundo pues su madre humana fue concebida por obra y gracia de aquel Espíritu. De forma que Cristo tendría dos padres inhumanos y un padre putativo, José el esposo de su madre María. Así pues, si Cristo es posterior al Espíritu Santo no pudo haber enviado a éste junto al Padre.

En cualquier caso, estas razones son suficientes para respetar la Creación, según el Sumo Pontífice. Por supuesto el Papa Francisco da por sentado que el Padre o el Espíritu Creador crearon el mundo, por entonces no estaba Cristo que apareció como 13.700 millones de años después, aunque algunos sostienen todavía que el mundo se creo hace poco mas de seis mil años. Sea como fuera lo que si parece claro es que una vez creado descansó, tal como dicen la Sagradas Escrituras, y sigue descansando a lo que se ve. Bueno, los judíos sostienen que estuvo con ellos en Egipto y los libero de la esclavitud –eso dicen- para llevarlo a una tierra prometida, la verdad es que la inmensa mayoría dejo la vida en el camino, aquello debió de ser muy penoso, además sometido en todo momento a la ira de Dios, o sea del Padre o del Espíritu Santo Creador o a secas, que para el caso es lo mismo (http://bibliacritica.blogspot.com.es/2012/11/exodo-moises-nacimiento-y-huida.html).

En cualquier caso, fuese quien fuese el creador, dios, el espíritu santo o fruto de la gran explosión primigenia (el Big Bang), hemos de estar de acuerdo con el Santo Padre (no entiendo porque los católicos le suponen santo y padre, y además lo escriben con mayúsculas) en que lo creado, si se entiendo por ello la naturaleza, el medio ambiente, los animales y las personas, ha de ser respetado. Pero, entonces, ¿porqué esos preámbulos tan poco entendibles para los no creyente? Los creyentes no necesitan entender nada de lo que les digan los representantes de su dios en el planeta Tierra (no sabemos si en otros planetas, en donde es probable que existan seres inteligentes, habrá establecido Dios embajadas o no), a ellos les basta que lo diga su superior espiritual o la Santa Biblia, también el Corán, por supuesto para los musulmanes.

Pero se confunde el Papa cuando asemeja lo creado con un jardín; con lo que cuesta salir adelante. Muchos se quedan en el camino, millones de seres humanos han muerto y siguen muriendo antes de llegar a la edad adulta por carecer de alimentos, de agua incluso, de enfermedad, y también a causa de desastres ocasionados por el dinamismo de la naturaleza, proceso inacabable de creación. Muchos más han muerto en guerras salvajes, muchas de ellas declaradas en nombre de Dios, Cristo, Alá u otros dioses menores, otros sacrificados, martirizados hasta la muerte, o perseguidos, desprovistos de sus bienes por sus ideas no conformes con la religión dominante en el lugar. El mundo, la creación como él le llama, no es un jardín, además él lo sabe, entonces ¿porqué lo dice así’? En este inexistente jardín la desigualdad entre las personas perdura, es más, asistimos a una acumulación de riqueza en cada vez menos personas gracias a la inmensa influencia que las oligarquías financieras y empresariales ejercen en los gobiernos de todo el mundo, sometidos al dictamen de las reglas del capital. La Iglesia que representa el Papa no es ajena a la situación que ha vivido gran parte de la humanidad desde el emperador Constantino hasta nuestros días, siempre estuvo del lado de los poderosos, favoreció la acumulación de riqueza de los grupos dominantes, incluyéndose a si misma.


En fin, que para querer cultivar, custodiar y, sobre todo, respetar el jardín, o el fruto de la creación, o digámoslo en términos menos confusos, la madre naturaleza, incluida las personas, mucho ha de cambiar en la Iglesia que dirige Francisco.  

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