NT (texto bíblico): Los sacerdotes no tendrán
heredad, se mantendrán de los sacrificios de combustión a Yavé y de la heredad
de El… En los sacrificios se dará al sacerdote la pierna, las mandíbulas y el
cuajar. También se les dará las primicias… (DEU. 18.1-8).
CM (comentarios): En estos párrafos no se
mencionan los diezmos, que si aparece en otros apartados, una vía impositiva
consistente en dar a la casta sacerdotal la décima parte de los beneficios
obtenidos de la tierra y por extensión del comercio. En suma, que los
sacerdotes se entregan a Dios y a las tareas que tal servidumbre conlleva, y
han de verse ajenos a las propiedades y riquezas del resto de los mortales. A
cambio estarán fuera de todo tipo de penurias puesto que gozaran de los mejores
manjares en los sacrificios a Yavé, y como vivirán en comunidad entre ellos
gozaran de las múltiples ofrendas que los seguidores de Yavé, que por
obligación son todos, depositaran en los templos después de las recogidas de
las cosechas. Si a esto le añadimos que son recaudadores de impuestos, los
beneficios no pueden ser mayores. Viendo el lujo del que han gozado los
miembros de las jerarquías eclesiásticas no es extraño que tantos personajes se
hayan arrogado los privilegios de convertirse en los representantes de Dios en
la Tierra.
NT: Cuando hayas entrado en la
tierra que Yavé te da, no imites las abominaciones de esas naciones y no haya
quien haga pasar por el fuego a su hijo o hija, ni quien se de a la
adivinación, ni a la magia, ni a la hechicería y encantamientos; ni a espíritus,
ni a adivinos, ni pregunte a los muertos…
se puro ante Yavé (DEU. 18.9-14). Estas gentes que vas a desposeer consultan a
hechiceros y adivinos, Yavé te suscitará un profeta y a él solo oirás… a quien
no escuchare las palabras que él dirá en mi nombre yo le pediré cuenta. Pero el
profeta que ose decir en mi nombre lo que yo no haya mandado decir, o hable en
nombre de otros dioses debe morir. ¿Como saber si habla en nombre de Yavé?
Cuando lo que dijo no se cumple, es cosa de su presunción, no lo temas (DEU. 18.15-22).
CM: Yavé da por hecho que los
pueblos que han de conquistar son abominables y ordena a su pueblo no caer en
las prácticas que dichos pueblos practican. Sin embargo él es el mayor
encantador, mago, hechicero y quien manda a su pueblo a matar a sus enemigos e
incluso a sus hijos si es necesario. En Egipto mandaba a Moisés a competir con
el Faraón en sus dotes de magia y encantamiento. Pero lo mas destacado de estos
párrafos es el establecimiento de los profetas, aquellos que hablaran por boca
de Yavé, los intermediadotes entre Dios y los hombres, los iluminados o
visionarios que atemorizaran a las gentes con las ideas del mas allá, que
incitaran a la gente a la resignación y al sufrimiento, a la obediencia, a
ignorarse a si mismo, a vivir en el temor a Dios. Lo dicho por el profeta es
palabra de Dios mientras que no se demuestre la contrario, mientras el tiempo
transcurra la profecía sigue viva; los judíos llevan miles de años esperando
que se cumpla la anunciada llegada del Mesías, que para otros ya llego en la
figura real o ficticia de Jesucristo. Pero desgraciado aquel que no crea en la
palabra del profeta, porque entonces Yavé dará cuenta de ello, y ya sabemos las
artes de éste dios cruel para quienes no obedecen sus ordenes; la muerte.
NT: Cuando Yavé, tu Dios, haya
exterminado las naciones cuya tierra te da… allanarás los caminos y dividirá en
tres regiones el territorio, para que todo homicida pueda refugiarse en ésas
ciudades (DEU. 19.1-14).
CM: Si cualquiera de nosotros
dijera que Dios es un ser exterminador de naciones, esto es, un genocida,
probablemente seria denunciado y condenado por blasfemia, injuria o escarnio.
Si lo dijera en un país musulmán tendría los días contados, con o sin juicio.
Sin embargo no estaría cometiendo ningún delito, sino que estaría simplemente
exponiendo lo que dice el libro en que se fundamenta las tres religiones monoteístas,
no solo en este párrafo sino en multitud de ellos.
A continuación el texto expone los
casos de homicidios involuntarios por accidente en que sus autores pueden ser
refugiados en esas ciudades, así como aquellos que sin odio previo vengan la muerte
de sus parientes y también podrán buscar refugio en ellas.
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