viernes, 31 de mayo de 2013

Exodo: Camino del Sinaí

NT: Partieron seiscientos mil israelitas, sin contar los niños junto a una muchedumbre de toda clase de gentes y muchas ovejas, bueyes y muy gran numero de animales (Ex. 12. 37-38). La estancia de los israelitas en Egipto duro cuatrocientos treinta años (Ex. 12.40).

CM: El libro Éxodo comienza con la certidumbre del faraón del crecimiento espectacular de los israelitas, son más numerosos y fuertes que nosotros, lo que supone un peligro y por ello deben ser esclavizados. Es significativo que una población tan elevada no organizara ningún tipo de revuelta social, de enfrentamiento al faraón y que aceptaran sin rechistar el cambio de seres libres que viven en la bonanza económica (ocupaban las tierras más fértiles de Egipto y una posición favorable en la sociedad, según la misma Biblia) a una situación de esclavitud.

No conocemos el sistema del que disponían Moisés y Arón para comunicar a tan elevado numero de personas las ordenes de Yavé, es factible que dispusieran de un sistema de organización social, por el que se nombrar a jefes de grupos de familias, por zonas, con objeto de reproducir las instrucciones en cada momento. Hemos de suponer que estaban todos preparados para emprender la marcha en cualquier momento, de forma que cuando Yavé mato a unos cuantos de decenas de miles de primogénitos humanos y otros tantos de no humanos, ellos ya sabían que era la ultima plaga y debían llevar a cabo el rito de matar al cabrito y después de la comida partir de forma inmediata. De todo esto debían estar al corriente los israelitas pero no los egipcios, aunque les hubiera dado lo mismo, sus hijos primogénitos no se habrían salvado en ningún caso, no se puede luchar contra Dios.

Probablemente Moisés no disponía de ningún censo de la población hebrea en Egipto, puesto que la cifra de los que parten es aproximada, unos seiscientos mil, sin contar a los niños, aunque cabe pensar que el hecho de señalar las casas con la sangre del cordero sacrificado debió servir también para hacer un ceso de las familias, de esta forma cuando Yavé cometió su asesinato masivo y dejo libres las casas marcadas, de camino podía contarlas y darle esta cifra a Moisés y este a su hermano, que parecía más listo para hacer la cuenta, solo que no sabemos como ésta cifra llego a los escritores del libro sagrado.

Ante un numero tan elevado y aunque la organización que tuvieran fuese excelente, es muy probable que algunas familias quedaran en Egipto, siempre hay quien no se entere de lo que ocurre o bien tiene algún contratiempo que le impide emprender la marcha. Pero dado que este pueblo es el elegido por Dios todo lo que esta fuera de la lógica puede ocurrir. Es significativo que el Éxodo no mencione ningún tipo de revuelta por parte de la población hebrea, como si esta estuviera satisfecha de su situación, por lo que podemos entender que no era sino un capricho de Yavé de sacarles de Egipto y no un deseo del pueblo hebreo.

Si este éxodo ocurrió aproximadamente en el año 1446 de la era cristiana, los hermanos de José debieron llegar a Egipto en el año 1876 durante el imperio medio, tiempos en que ya se podían admirar las grandes pirámides. Pero no hay constancia de que los pasajes que narra el Éxodo formen parte de la historia de Egipto, no hay referencias de la expulsión de los judíos de Egipto, ni de la existencia de Moisés, ni de las diez plagas. El Éxodo no es sino una historia inventada.

NT: Esta noche debe ser noche de vigilia en honor de Yavé para todos los hijos de Israel por todas las generaciones (Ex. 12.42). Esta es la ley de Pascua, no la comerá ningún extranjero salvo los siervos circuncidados y los restos no se sacaran de las casas ni se quebrantaran los huesos. También podrán celebrar la Pascua los extranjeros que habiten con ellos, pero deberán ser circuncidados (Ex. 12.43-48).

CM: Pues ya tenemos la primera fiesta religiosa, la Pascua, para honrar a Dios, en que se come un cordero, pero ¡ojo!, hay que estar circuncidado, es decir, los varones han debido cortarse previamente el prepucio, lo mejor es hacerlo unos días después de nacer para evitar molestias en la pubertad. Queda muy feo comer cordero con esa piel alrededor del glande, este debe quedar libre de la recogida de porquería propia y de gérmenes exteriores.
Esta pascua es privativa de los israelitas y de sus siervos o esclavos y de aquellos que hayan sido invitados, siempre que vayan con el glande libre de pellejo.

Se plantea un problema con los desperdicios del banquete, no pueden llevarse al basurero ni tampoco los huesos del cordero, que no pueden romperse; queda un poco caprichoso el mensaje además de antihigiénico.

NT: Dijo Yavé a Moisés que le consagrara todo primogénito, tanto de los hombres como de animales, pues suyos son (Ex.13.2). Anuncia a continuación que cuando se hallen en tierra de los cananeos, deberán sacrificar los primogénitos de los animales pero serán redimidos los primogénitos de los hombres (Ex. 13.12-13).      

CM: La cuestión es que Yavé ha matado a todos los primogénitos de los egipcios, tanto de los hombres como de los animales, ¿para que hacer distinción? A los ojos de Yavé todas las criaturas, salvo los israelitas, son seres iguales. Y para compensar se otorga el derecho de primogenitura, tanto de los animales, como de los hombres, la verdad es que al ser Dios ya tiene el derecho sobre todo, primogénitos y benjamines y entonces dice, que en memoria suya, por haberles sacado de Egipto, que todavía no lo ha hecho, esta en ello, el proyecto esta en su desarrollo, deben sacrificar a todos los primogénitos animales machos, salvo el del asno (caprichos de Dios) que será redimido por un cordero y si no lo redimes lo desnucas (más capricho cruel). Y en cuanto a los primogénitos humanos serán redimidos, de momento, pues de Dios no nos podemos fiar, hoy dice una cosa y mañana la contraria, por un ataque de ira, porque algo no le gusto del comportamiento de sus súbditos o vaya usted a saber.

No sabemos cuantos animales debieron ser sacrificados, pero en todo caso, debió suponer un duro golpe para la economía de un pueblo que inicia su andadura.

NT: Yavé condujo a su pueblo, no por tierra firme (donde habitan los filisteos), sino rodeando el desierto hasta llegar al mar Rojo “no se arrepienta el pueblo si se ven atacados y se vuelva a Egipto” (Ex. 13.17-18). Iba Yavé delante de ellos, en columna de nube de día y en columna de fuego de noche, para alumbrarles y que pudiesen marchar tanto de día como de noche (Ex. 13. 21). Yavé se dirige a Moisés para que cambien de rumbo y vayan a acampar a Piajirot, cerca del mar (el mar Rojo) (Ex. 14.2). Yavé dice que el faraón pensara que andan errantes por la tierra, él endurecerá de nuevo el corazón del faraón para que les persiga, entonces hará brillar su gloria y sabrán los egipcios que él es Yavé, y así hicieron los hijos de Israel (Ex.14.3-4).

CM: Según estos relatos, Yavé marea la perdiz con su pueblo, le hace deambular por el desierto, hasta llevarles frente al mar Rojo, que separa Egipto de la península del Sinaí, en vez de coger el camino mas corto, por tierra firme, por el norte, para pasar a la península, que la tenían a dos pasos. Y esto para evitar que al verse perseguido por los egipcios, los israelitas desistan de su ida y regresen, es decir que Yavé no tiene demasiada confianza en su pueblo. El pueblo hebreo, obediente, con una fe ciega, no podía ser de otra forma, la fe o es ciega o no lo es, sigue las instrucciones por muy incomprensible que fueran. Ya es difícil imaginar una ausencia de protesta, tan dados los humanos a cuestionarlo todo. Para recalcar este grado de sometimiento del pueblo israelita, son guiados por una nube de día y por una columna de fuego de noche, de esta forma se encuentran ante un prodigio de Dios que le distrae de otros pensamientos. Es de suponer que esta columna de fuego fuese visto igualmente por el egipcio, con idea de avisar al faraón de que los israelitas habían emprendido la huida y había que perseguirlos, como si el faraón no tuviese sus propios medios para saber que hacían aquellos. Además ya se había dado por vencido y había dejado salir al pueblo hebreo, es más, había ordenado que se fueran, que ya estaba harto de tantos quebraderos de cabeza y de tantas batallas perdidas contra Yavé.


Pero este errar por Egipto no tiene otra misión que endurecer de nuevo el corazón del faraón, para que Yavé pueda mostrar una vez más su inmenso poder, cualesquiera que sean las consecuencias de este nuevo acto de soberbia.   

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