lunes, 22 de febrero de 2016

DEUTERONOMIO: La destrucción como principio divino

NT (texto bíblico): Cuando Yavé te introduzca en las tierras que juré darte, ciudades que tu no has edificado, casas que no has llenado de bienes, cisternas que no has excavado, viñas y olivares que no has plantado; cuando comas y te hartes guárdate de olvidarte de Yavé. Témeme, sírveme y jura por mí, no te vayas con otros dioses porque tu dios es celoso y su cólera se encenderá contra ti y te exterminara (DEU. 6.10-25).

CM (comentarios): Extraordinario pasaje, que en muy pocas palabras lleva implícita una infinidad de mensajes. Es una confesión de Yavé en toda regla, reconoce que le da a su pueblo ciudades expoliadas, casas que han construido otros a quienes se les han desposeído violentamente de sus propiedades, cultivos obtenidos de la misma forma, y todo ello porque no era el pueblo elegido por el caprichoso Yavé, a pesar de que la Biblia sostiene que el tal Yavé es el padre de toda la humanidad y no de una parte de la misma; pero no entremos en desentrañar contradicciones de los textos bíblicos.

Así pues el pueblo israelita disfrutará inicialmente de los bienes obtenidos por otros y labrará las tierras de otros y podrá satisfacer sus necesidades vitales, sin importar en absoluto el destino de los expropiados; pero, al comer deberá dar gracias a su dios de tan grande fortuna y no deberá osar engañarle con otros dioses, se entiende que dioses falsos, puesto que solo existe un dios, porque en tal caso se enfrentará al celo y a la cólera de Yavé y será exterminado, es decir aniquilado, asesinado, y sus descendientes llevaran sobre sus espaldas el pecado de sus padres.

NT: Cuando Yavé, tu Dios,… arroje de ti a jeteos, guergueseos, amorreos, cananeos, fereceos, jeveos y jebuseos, no harás pactos con ellos, ni le harás gracia. No contraigas matrimonios con ellas, no des tus hijas a sus hijos,… Por el contrario, derrumbareis sus altares, romperéis sus cipos, abatiréis sus aceras y daréis al fuego sus imágenes talladas (DEU. 7.1-6).

CM: Así pues no basta con ocupar las ciudades, desposeer de sus casas a los habitantes de los territorios conquistados, arrebatarles las tierras y sus cultivos y exterminarlos; es preciso aniquilar todo vestigio de su cultura, de sus obras artísticas, de sus creencias, destruir cuanto encuentren a su paso. Este dios no acepta que el hombre realice nada por si mismo, pretende que cuanto sea creado por el hombre lo sea por mandato divino, niega así al ser humano toda capacidad de autonomía, de independencia, de voluntad, de libertad, para convertirlo en un ser intolerante, vengativo, exterminador, asesino, ladrón, destructor, aniquilador, usurpador; como el mismo Dios, a su imagen y semejanza. Estas son las enseñanzas del dios de los judíos, de los musulmanes y de los cristianos, la destrucción, la desolación, la crueldad, el egoísmo, la soberbia y la avaricia ¡Cuantas obras de arte, cuantos libros, cuantos documentos históricos han desaparecido como consecuencia del fanatismo religioso, por no ser conforme con las creencias del ejecutor! Incluso dentro del mismo cristianismo se han acometido atrocidades entre protestantes y católicos por discrepar en consideraciones teológicas, fuera de toda lógica y de cualquier comportamiento mínimamente racional.

El fuego, con su extraordinaria capacidad aniquiladora, que gran aliado de los destructores. El fuego consume cuanto cae en sus brazos, incluso el cuerpo humano; un aliado excepcional cuando no se quiere dejar rastro del objeto aniquilado. Así pues envíese a lo hoguera los escritos que discrepan de nuestras ideas, las imágenes que representan creencias ajenas a la nuestra, e incluso envíese a la hoguera a sus autores. La historia esta repleta de casos en los que el mandato divino se ha llevado a la práctica con la severidad y crueldad demandada por el mismo dios. 

Gran parte de la humanidad ha vivido durante siglos sujeto a la intolerancia y al fanatismo religioso, e incluso en nuestros días sufrimos las consecuencias de éste fanatismo de la mano del integrismo islámico. Pero ¿de que nos extrañamos? todo esta escrito en la Biblia, y los fanáticos religiosos se inspiran en ella.


No hay comentarios:

Publicar un comentario