martes, 5 de enero de 2016

Perlas obispales



El obispo de la ciudad española de Córdoba, en su mensaje navideño -a sus feligreses supongo- califica de “aquelarre químico de laboratorio la fecundación in-vitro”. Así pues, trata de brujos y brujas a quienes participan de ello, padres, médicos, enfermeras, técnicos de laboratorios… Supongo que el citado obispo considerará una ofensa que alguien le tilde de indecente, por utilizar un termino suave, aunque él no considerará que ofende a nadie con sus palabras, pues ha de darse por supuesto que los representantes de la Iglesia Católica tienen la potestad de denigrar, de difamar, de insultar, de descalificar, de criminalizar y de condenar -al infierno, claro- a quienes discrepan de sus principios o mantienen hábitos y comportamientos contrarios a su rancia ortodoxia religiosa. Claro, que si nos remontamos al pasado esa potestad contemplaba la tortura y el asesinato como practica común contra los considerados herejes. Ya les gustaría a algunos obispos que quienes participan de la fecundación in-vitro fueran condenados a la hoguera por practicas heréticas, pero para su desgracia las leyes la consienten y la sociedad esta muy por delante de las posiciones ancestrales de la mayoría de los obispos y representantes de la citada iglesia.

Con estas expresiones, el obispo en cuestión, que por su condición sacerdotal ni esta casado ni tiene hijos, pero que osa dar lecciones de lo que no conoce, pretende que los matrimonios que no puedan tener hijos de forma natural acepten esa contrariedad como manifestación de la voluntad de Dios y no busquen vías alternativas para satisfacer su legitimo deseo, que según el citado Obispo solo puede ser fruto del “abrazo amoroso de los esposos”. ¡Que bonito! ¡Que ridículo!

Para rematar la faena, el obispo, que se llama Demetrio Fernández, afirma que el hombre “aporta la cobertura, la protección y la seguridad” y la mujer “aporta calor al hogar, acogida y ternura”, de forma que el “varón cuanto mas varón mejor para la casa” y “la mujer cuanto mas mujer y mas femenina mejor para la casa”. ¿Se puede ser más retrogrado en los tiempos actuales?  

Para este mismo obispo la homosexualidad es una plaga, un mal que habría que erradicar, una abominación –como sostiene la Biblia. En este aspecto, y otros muchos, coincide con otro execrable obispo, el de la ciudad de Alcalá de Henares José Antonio Reig Pla, retrogrado de primer grado, que acusa a los homosexuales de tener vínculos con la corrupción y la prostitución o afirma que la homosexualidad es una enfermedad que se cura mediante la oración y que el feminismo es un proceso de deconstrucción de la persona, causante de la radicalidad de las mujeres que exigen demasiado.   

Quizás los citados obispos y las diferentes iglesias sientan nostalgias de los textos bíblicos. He aquí algunos ejemplos:

San Pablo a los Corintios

I Corintios 11.3 Quiero que sepáis que la cabeza del varón es Cristo y la cabeza de la mujer el varón. El varón no debe cubrir la cabeza, pues es imagen y gloria de Dios, más la mujer es gloria del varón, pues no fue creado el varón para la mujer, sino la mujer para el hombre.

I Corintios 14.34-35. Las mujeres cállense en las asambleas. Si quieren aprender algo, que en casa pregunten a sus maridos.

San Pablo a Timoteo

I Timoteo 2-11 La mujer aprenda en silencio, con plena sumisión. No consiento que la mujer enseñe ni domine al marido, sino que se mantenga en silencio, pues el primero fue formado Adán, después Eva. Se salvará por la crianza de los hijos, si permanece en la fe, en la caridad, en la castidad y en la templanza.

Y para finalizar, el tan laudado San Agustín, de joven mujeriego, decía que las mujeres no debían de ser educadas en modo alguno.


1 comentario:

  1. Las palabras del obispo de Cordoba son tan graves que la fiscalia debería actuar de oficio con la misma diligencia que lo hace en otras ocasiones. Son palabras que incitan al odio y al repudio gacia las personas ( hombres y mujeres ) que acuden o ayudan en los procesos de fertilización in vitro.

    Es una vergüenza para un País que haya personas "relevantes" que se atrevan a decir tales barbariades y sigan en su puesto. ¡ Con la Iglesia hemos topado!

    Los púlpitos deberían utilizarse para exponer su doctrina religiosa y no para enaltecer la violencia entre personas en función de opiniones personales absolutamente detestables.

    Si la jerarquía eclesiástica no toma cartas en este asunto será porque en el fondo y a pesar de lo que dice su jefe en Roma, opina lo mismo, aunque diga lo contrario para ganar adictos.

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