jueves, 10 de septiembre de 2015

De nuevo Cañizares (arzobispo y cardenal)

Hace unos días el Cardenal Cañizares, Arzobispo de Valencia, personaje caracterizado por su integrismo religioso y por sus contradicciones con la lógica, inauguró el nuevo año académico en la Universidad Católica de Valencia con un discurso –quiero decir una homilía, que es algo así como unas palabras, pronunciadas por un representante del supuesto Dios de los cristianos en el planeta Tierra, en las que se imparten enseñanzas en forma de doctrina religiosa– en el que dijo entre otras cosas que “la fe se propone, no se impone”.

Sería lo único en lo que podría estar de acuerdo con el citado arzobispo, naturalmente si supiera lo que esta diciendo, pero me temo que quería decir otra cosa bien distinta. Cierto es que estamos acostumbrados a que los obispos y demás representantes de la Iglesia, de la Católica o de cualquiera otra, tomen las palabras para si y darles el sentido que les interesa. La cuestión de fondo es la preocupación de la Iglesia por el alejamiento de los hombres (y mujeres, que como sabemos son ignoradas salvo como transmisoras, en el seno de la familia, de los valores cristianos) de Dios. Lo que es desgracia para unos es beneficio para la humanidad.

Por esta razón la sociedad esta en crisis, y en esta situación tan poco prometedora para el arzobispo, la citada Universidad debe centrarse en Dios, no en la ciencia, no en el conocimiento, no en las virtudes ciudadanas, sino en avivar la fe, y esto se convierte en responsabilidad histórica, en algo necesario, apremiante e imprescindible. Urge, pues,  una nueva evangelización. Palabras de Cañizares. 

Quizás el señalado arzobispo no se haya parado a pensar que la sociedad esta preocupada por otros asuntos y demanda otras cosas, que se aleja de Dios porque éste no le aporta nada, no esta presente en las desgracias humanitarias, es indiferente al sufrimiento humano, consiente las guerras, la esclavitud y las desigualdades sociales y permite que se asesine en su nombre. Pero también la sociedad reniega de Dios porque son mentiras las creencias en las que se basan las religiones, la católica y todas las demás, como falsas son las supersticiones y todas las creencias que niegan la razón, el conocimiento científico y se oponen al desarrollo libre e intelectual de los seres humanos. La ignorancia es una de las claves en las que se sustenta la fe, impuesta y no propuesta a los menores desde los inicios de su desarrollo físico, cerebral e intelectual, momento en el que se inicia igualmente el posicionamiento ideológico que en modo alguno es ajeno al interés religioso.  

Sr. Arzobispo, hágase eco de su bonita frase y póngala en practica. Deje que los niños se formen física e intelectualmente, no intervenga, haga como si Dios no existiese –estoy seguro de que esto no le supondrá un gran esfuerzo intelectual- deje que otros le enseñen a pensar libremente, usted no por supuesto, porque orientaría el pensamiento del menor hacia sus creencias, que como sabemos se sustenta en mentiras, entre otras, el temor a caer en las llamas del infierno después de la vida. El miedo es otra de las claves en las que se sustentan las religiones monoteístas derivadas del judaísmo. 


Proponga a los niños y niñas formados en libertad, digamos que en su mayoría de edad, un acercamiento a Dios, sin esas prisas, sin la premura de la que usted habla. Pero ni usted ni nadie de la Iglesia, ni de la suya ni de ninguna otra, se atrevería a tanto, porque saben que en una educación integrista religiosa esta la garantía de su existencia, como también saben que ustedes van contra la historia, la misma que ustedes han intentado y conseguido parar durante siglos, pero que, sin embargo, vislumbran que se les escapa, que no pueden detener el avance científico, el conocimiento de él derivado, los nuevos valores de la sociedad, razón ésta por la que ustedes piensan que el hombre se aleja de Dios y es preciso hacer algo con urgencia. Pero sepan que no es posible perseguir la herejía como antaño, cuando utilizaban los mismos métodos que ahora emplean los representantes del nuevo integrismo religioso del llamado Estado Islámico, ¡cuanta capacidad de olvido! ni con nuevos métodos porque ya no es posible, sus creencias están en retroceso y todas las medidas que tomen serán en balde. 

1 comentario:

  1. FEnáticos!.

    La religión es un arte para el consuelo.
    E. Cioran

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