sábado, 7 de abril de 2012

Concilio de Trento

Una aproximación al Concilio de Trento respecto de la Biblia

El concilio de Trento establece que "quienes no recibiere por canónicos y sagrados estos libros, integros, con todas sus partes, como la Iglesia Católica acostumbraron a leer y se contienen en la antigua edición Vulgata latina, sea declarado anatema"

Veamos algo del Concilio de Trento y quienes eran sus protagonistas.
Se celebra entre los años 1545 y 1563. Duro 18 años de forma interrumpida, durante los cuales la Iglesia Católica asistió al “reinado” de cuatro papas.

Durante su inicio gobiernan en Europa: Carlos I de España y V de Alemania,  Francisco I de Francia y Enrique VIII de Inglaterra. Los tres murieron antes de la finalización del concilio.
Estamos en plena crisis de la Iglesia ante la aparición de la reforma protestante iniciada por Martin Lutero que denunciaba la corrupción dentro de la Iglesia y acusaba al papa León X de conceder indulgencias a violadores, adúlteros, ladrones y asesinos, de corrupción y de simonía. Carlos I, máximo defensor de la fe católica, esta muy interesado en que se celebre un concilio para hacer frente a la doble amenaza del protestantismo y de los turcos. Sin embargo encontraba la oposición de Francisco I y la falta de interés de los papas.

Veamos quienes eran los máximos responsables de la jerarquía eclesiástica y por consiguiente los representantes de Dios en la tierra durante esos años.
León X.  Era hijo de Lorenzo de Medici (el Magnifico) y fue nombrado cardenal a los 13 años. Disfrutaba de la presencia de jóvenes varones. Su amante Alfonso Petrucci,  que fue nombrado cardenal tras ocupar la silla de Pedro, participo en un complot para asesinarle y tras ser descubierto fue ejecutado junto al resto de conspiradores. Posteriormente tuvo como amante a un nieto del sultán Mehmet II. Estos desmanes, junto a la corrupción, los gastos en orgias, la absolución a cambio de dinero dieron origen a las denuncias de Lutero en las famosas noventa y cinco tesis. León X murió de sífilis en el año 1521.

Adriano VI. Se mantuvo en el papado por dos escasos años. No hay constancia de los excesos de su predecesor.  
Clemente VII.  Sobrino de Lorenzo  Medici y primo de León X. Se negó a convocar el concilio a pesar de las fuertes presiones ejercidas por el Emperador Carlos. Al ocupar el papado (en el año 1523) tras sobornar a varios cardenales, le acompañaba la mulata Simonetta de Collavechio, con la que tuvo un hijo, Alejandro el Moro, más tarde duque y señor de Florencia. Sufrió el acoso de Carlos I, cuyas tropas ocuparon Roma (el Saco de Roma). 

Paulo III (Pablo III).  El noble Alejandro Farnesio accedió al papado tras la muerte de Clemente en al año 1534. Se le conoce, entre otras cosas perversas, por haber entregado años atrás a su hermana al Papa Alejandro IV, para que fuese desflorada. Repartió cargos entre sus hijos y nietos, las crónicas le acusan de incestuoso, bisexual, asesino, espiritista y proxeneta.  Llevaba una vida mundana con frecuentes orgias en la sede papal, a pesar de lo cual excomulgo a Enrique VIII, quien mando registrar conventos, abadías y monasterios de Inglaterra, encontrando en ellos claras muestras del libertinaje ejercido en su interior. Con este Papa se inicia el Concilio de Trento. Murió en 1549.
Julio III. Asistió como cardenal al concilio de Trento. Tuvo múltiples amantes varones. Practico igualmente el nepotismo, el libertinaje, la sodomía y el sadismo. Falleció en el año 1555, tras seis años de papado.

Paolo IV (Pablo IV).  Miembro de la nobleza napolitana, fue muy distinto a sus predecesores. Fanático, violento e intolerante, consideraba que las mujeres eran criaturas del demonio y era partidario del castigo contra los homosexuales y los sacerdotes y monjas que no respetasen el celibato, a quienes amenazaba con morir en la hoguera. Su fanatismo le llevo a impulsar la Inquisición, a crear el Índice de libros prohibidos y a quemar todos aquellos que no estuviesen de acuerdo con sus creencias. Durante su papado el concilio estuvo interrumpido. Su muerte, ocurrida en 1559, fue muy celebrada en Roma.
Pio IV.  Comenzó nombrando cardenales a dos de sus sobrinos. Determino definitivamente que el celibato y la virginidad eran los medios para alcanzar la perfección y cualquier oposición a este dogma seria condenado con la hoguera.  Con este Papa se da fin al concilio de Trento dos años antes de su fallecimiento y con ello a gran parte de lo que constituye hoy día el dogma y la moral católica.

(*) aunque la Iglesia Catolica trata de ocultar lo que ocurria en su seno, los documentos historicos de la epoca han dejado constancia de ello.

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