NT (texto bíblico): Encontrándose ya en el
desierto de Faran, Yavé ordena a Moisés enviar a uno de cada tribu a explorar
la tierra de Canán, la gente que habita, las ciudades si amuralladas o
abiertas, el terreno si fértil o pobre, y que llevaran sus frutos. Volvieron a
explorar al cabo de cuarenta días y volvieron y dijeron: “en verdad mana leche
y miel; ved sus frutos, pero la gente que habita es fuerte y sus ciudades
grandes y amuralladas”. Caleb, imponiendo silencio, clamo: ¡la conquistaremos,
somos más fuertes que ellos! Otros se negaban (Num. 13.1-34).
CM (comentarios): El texto nombra a cada uno de
los exploradores y las misiones encomendadas, así como los resultados de la
investigación. Fueron muchos días de exploración (¿espionaje?) en los que
tomaron nota de cuanto veían, de la riqueza del territorio, de su ciudades, de
sus habitantes y de sus defensas. Se trata de una tierra rica, tal como les
había prometido Yavé, pero habitada y defendida.
Naturalmente, Yavé sabia como era
el terreno a explorar, no en balde es el todopoderoso, el omnipresente y el
omnisciente; sin embargo creyó conveniente que su pueblo viese con sus propios
ojos la tierra prometida antes de aventurarse en su conquista. También dejo,
algo inhabitual en él, que discutiesen
entre ellos y valorasen los pros y contras, ¿con que intención?
NT: Toda la muchedumbre rompió a
gritar, y el pueblo se paso toda la noche llorando y decían: ¡Ah, si hubiéramos
muerto en la tierra de Egipto o muriéramos siquiera en este desierto! ¿Por qué
quiere Yavé llevarnos a esta tierra a perecer por la espalda y que sean
nuestras mujeres y nuestros hijos presa de otros? ¿No seria mejor que
volviéramos a Egipto? Otros decían “Elijamos un jefe y volvámonos a Egipto”
(Num. 14.1-4).
CM: De nada ha valido el último
prodigio envenenado, la carne en demasía y las codornices, la gente sigue
desconfiando de Yavé y de su lugarteniente Moisés, muchos demandan un nuevo
líder, otros la vuelta a Egipto, no entienden el empeño de Yavé en llevarles a,
lo que muchos creen, una muerte segura. El pueblo se esta revelando ante la
incertidumbre y Yavé no lo va a permitir.
NT: Josué y Caleb, que habían
explorado la tierra pidieron que no se revelasen contra Yavé, pues él esta con
nosotros, no tengáis miedo de la gente de esa tierra, pues nos lo comeremos con
pan. Toda la asamblea quería lapidarlos (Num. 14.5-10).
CM: No es Moisés ni Arón quienes
se presentan ante la asamblea a reconciliarles, cansados de tanto desatino
divino, sino nuevos lideres que siguen creyendo en Yavé. Pero la multitud
tampoco les sigue, de forma que habrá de intervenir Yavé a su manera.
NT: Yavé, cansado de su pueblo
habla a Moisés: ¿Hasta cuando ha de ultrajarme este pueblo? ¿Hasta cuando no ha
de creerme, después de todos los prodigios que en medio de ellos he hecho? Voy
a herirle de mortandad y a hacer de ti una gran nación, mas grande y mas fuerte
que ellos (Num. 14.11-12).
CM: Se ha acabado la paciencia de
Yavé; una vez más. ¿Qué dios es éste que se ve obligado a hacer prodigios para
que sus fieles le crean y, aun así, permanecen en la descreencia? ¿Dónde están
su liderazgo y el de su fiel lugarteniente Moisés? Parece un dios acabado, en
su soberbia solo se le ocurre acabar con el pueblo que él eligió para seguirle
y comenzar de nuevo, con Moisés y con él formara una nación aún mas fuerte que
la de sus, hasta ahora, seguidores infieles; como si fuese grande y fuerte ese
pueblo nómada, incapaz de hacer nada sin los prodigios de Yavé.
NT: Moisés le responde: Y lo sabrán
los egipcios. Todos saben que tú habitas en medio de este pueblo, que vas
delante de ellos, de día en columna de nube y de noche en columna de fuego. Si,
pues, destruyes este pueblo, como si fuera un solo hombre, los pueblos a los
que ha llegado tu fama dirán: Por no haber podido llevar a ese pueblo a la
tierra que le había prometido, los ha destruido Yavé en el desierto. Haz, pues,
mi señor, que resplandezca tu fortaleza (Num. 14.13-17).
CM: Moisés, mas razonable que el
mismísimo Dios, tal como reconocen los mismos textos bíblicos, contradiciendo
la infinita sabiduría del todopoderoso, intenta que Yavé entre en razón, porque
de lo contrario significaría asumir su propia fracaso ante los ojos de los
demás pueblos; lo que seria objeto de un descrédito de consecuencias
imprevisibles para el futuro de la humanidad, además de quedar patente, una vez
más su perversidad y venganza.
No conocia el blog, gracias por el aporte
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