viernes, 15 de mayo de 2015

NUMEROS: Un dios irascible

NT: Yavé, tardo a la ira y grande a la misericordia, que perdona la iniquidad y la rebeldía, aunque no la deja impune y visita la iniquidad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación. Perdona, pues, la iniquidad de este pueblo según tu misericordia, como desde Egipto hasta aquí le has perdonado (Num. 14.18-19).

CM: Que Yavé es muy dado a la ira es cualidad reconocida de sobra en los textos bíblicos, es su reacción primaria ante la adversidad, la soberbia de Yavé ante su orgullo dañado. En cuanto a la tardanza de Yavé a la ira, no parece ser cierto, dado que al ser un instinto de reacción primaria se produce de forma inmediata al hecho causante, y por demás, en todos los textos leídos la reacción de ira ante el pueblo egipcio o el suyo propio se ha presentado siempre de forma inmediata.

El escritor bíblico relativiza, igualmente, la misericordia divina, siendo grande porque perdona la iniquidad y la rebeldía. Sin embargo poco misericordioso ha sido Yavé expulsando a Adán y Eva del supuesto paraíso por tener la osadía del conocimiento, o enviando un diluvio que aniquilo a todos los seres vivientes, salvo una pareja por especie, o destruyendo ciudades, o enviando plagas prodigiosas a un pueblo por sus desavenencias con el rey de Egipto o a su propio pueblo en una penosa travesía hacia una tierra desconocida, por citar algunas de las inmisericordias del bondadoso Yavé.     

Ciertamente, en ocasiones, Yavé ha atendido las suplicas de Moisés, atenuando de esta forma la ira de su jefe y señor, pero nunca anulándola por completo, puesto que Yavé jamás perdona como el mismo texto bíblico reconoce (no la deja impune), si es que existen razones para el perdón, porque ¿Por qué ha de ser perdonada la rebeldía o la descreencia por parte del cruel Yavé?  
      
El texto reconoce, no solo que las faltas ante los ojos de Yavé no han de quedar impunes, sino que la iniquidad de los padres perduraran en los hijos hasta la tercera y cuarta generación; comos si los hijos tuvieran culpa de los supuestos males cometidos por sus padres y los nietos de la de sus abuelos, hasta la cuarta generación, ¿Habrá mayor iniquidad? ¿Es ésta la gran misericordia de Yavé o la más palpable demostración de su maldad y grado de venganza?

Pero, siendo Moisés, infinitamente mas bondadoso que su director, apela a su escasa misericordia (según tu misericordia) para que perdone a su pueblo una vez más, es decir, con las condiciones en que Yavé acostumbra a perdonar, como veremos más adelante.   

NT: Dijo Yavé: Les perdono, según me lo pides, mas por mi vida y por mi gloria, que hinche la tierra toda, que todos aquellos que han visto mi gloria y mis prodigios, desoyéndome, no verán la tierra que a sus padres jure dar. Ninguno de los que así me ha ultrajado la vera. Solo a mi siervo Caleb, que me siguió enteramente, le haré yo entrar en esa tierra donde ha estado ya, y su descendencia la tendrá en posesión. Mañana mismo volveos y partid al desierto, camino del mar Rojo (Num. 14.20-25).

CM: He aquí la misericordia de Yavé. Se aviene a perdonar a quienes no confiaron en el, a quienes dudaron de su promesa, pero a ojos de Yavé “perdonar” no significa perdonar, sino enviarlos a la muerte. Pero una muerte rápida seria un alivio, así pues la muerte ha de venir acompañada de las peores penalidades, desandar lo andado, para, en el caso de poder llegar al mar Rojo, aventura imposible en la practica, no poder atravesarlo al no contar con la ayuda de Yavé para separar las aguas y permitirle atravesar hasta la otra orilla.

Las expresiones puestas en boca de Yavé por los escritores bíblicos no dejan dudas a cerca de su odio e inquina hacia quienes, según él le ofende: ¡que se hinche la tierra toda!   

La paciencia de Yavé se ha acabado a su tenor: ¿Hasta cuando voy a estar oyendo lo que contra mi murmura esta turba depravada? (Num. 14.27) mostrando un desprecio manifiesto hacia el pueblo que él mismo había elegido para seguirle, constatando el error de su elección.


1 comentario:

  1. Me ha hecho reír tu punto de vista crítico y racional. Evidentemente no conoce nada de lo que habla. Debe arrepentirte de corazón primero, luego conocerás al Dios de Amor y misericordioso, pero que puede airarse en contra de los que tergiversan su palabra, con punto de vista critico y racional como los tuyos.

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