NT (texto bíblico): Di a los hijos de Israel:
Quienquiera que de entre los hijos de Israel, o de los extranjeros que habitan
en Israel, ofrezcan a Moloc un hijo suyo, será castigado con la muerte; el
pueblo de Israel lo lapidará (Lev 20.1-2). Junto a esta ley establece otras
como (Lev 20.6-21):
Si alguno acudiere a los que
evocan a los muertos y a los adivinos, será exterminado de en medio de su
pueblo.
Quien maldiga a su padre o a su
madre, será castigado con la muerte.
Si adultera un hombre con la
mujer de su prójimo, hombre y mujer serán castigados con la muerte.
Si uno se acue
sta con la mujer de
su padre, los dos serán castigados con la muerte.
Si uno se acuesta con su nuera,
ambos serán castigados con la muerte.
Si uno se acuesta con otro, como
se hace con mujer, ambos serán castigados con la muerte.
Si uno toma por mujeres la hija y
la madre, es un crimen, serán quemados él y ellas.
El que tenga comercio con una
bestia será castigado con la muerte y la bestia la matareis.
Si una mujer se acerca a una
bestia, prostituyéndose ante ella, matareis a la mujer y a la bestia.
Si uno toma a su hermana, hija de
su padre o de su madre, los dos serán borrados de su pueblo, a la vista de
todos.
Si uno se acuesta con una mujer
mientras tiene el flujo menstrual, ambos serán borrados de en medio de su
pueblo.
No descubras la desnudez de la
hermana de tu madre ni la de la hermana de tu padre, llevaras sobre ti la
iniquidad. Si uno se acuesta con su tía no tendrán hijos. Si uno toma la mujer
de su hermano, es una inmundicia, no tendrán hijos.
CM (comentarios): De nuevo aparece Moloc, un
dios ante quien algunos sacrifican a sus hijos. En esta largo lista de
preceptos Yavé condena muchas prácticas que son condenables por la mayoría de
los mortales y otras que no deberían de serlo, sin embargo impone el mismo
castigo sin matices. La muerte es la forma de resolver los problemas que se
derivan de los malos hábitos de los humanos, los seres que el mismo ha creado a
imagen y semejanza suya. Triste resultado para tan grande obra. Estrepitoso
fracaso para su creador. La creación es un verdadero desastre, una obra
frustrada, un autentico error a tenor de las múltiples ocasiones en las que
tiene que intervenir para enmendar la plana al máximo exponente de su creación,
el ser humano, impuro, imperfecto, pecador e incapaz de establecer por si mismo
un código de conducta. Sin embargo elige a un
grupo de humanos para guiarle por el buen camino dejando al resto de la
humanidad a su propio destino. El paso de los tiempos no ha hecho a unos
pueblos mejores que otros, todos tienen los componentes del bien y del mal en
sus propios genes, con independencia de sus orígenes divinos o no.
La condena ante tantas formas del
mal es la muerte, la Biblia esta llena de muerte y vacía de vida, el fruto de
la vida es impuro, como impura es la mujer recién parida y más impura si el
fruto es niña fuente futura de vida.
A pesar de tanta denigración de
las mujeres en los textos bíblicos, son éstas quienes mayormente incuban los
sentimientos religiosos y de adoración al creador, fruto de una educación
ancestral en la que su papel quedaba relegado al de sometimiento a la voluntad
del varón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario