(Texto del cardenal al final
del escrito)
Hace unos días, concretamente el
24 de septiembre, el cardenal arzobispo de Barcelona (un tal Sistach) –eso sí,
ante las más altas autoridades civiles de Cataluña- clamó contra la
indiferencia religiosa y el agnosticismo que invade Europa, lo que supone una
amenaza, según ésta mente lucida, para la trascendencia y plenitud del hombre
(seamos generosos y supongamos que también incluye a la mujer, a pesar del
escaso valor que las religiones dan al mundo femenino).
Debería enterarse, a esta altura
de los tiempos, que la trascendencia del hombre, y también de la mujer, acaba
con la muerte ya sea prematura o por envejecimiento. Ahí se acaba todo, no hay
más, ni paraísos celestiales ni fuego eterno. Durante siglos, ustedes se han
aprovechado de la ignorancia, del desconocimiento de los fenómenos naturales
para alimentar la fantasía de los humanos, es preciso reconocer que con
extraordinario éxito, y ocuparla con falsas ilusiones y creencias, pero muy
probablemente esto esté llegando a su fin, de ahí su preocupación.
Y respecto de la plenitud del
hombre, y también de la mujer, nunca el ser humano es mas pleno cuanto mas
libre es de las ataduras religiosas, de los dogmas, de las falsas y absurdas
creencias y afronta su vida con libertad de pensamiento. Supongo que monseñor
piensa que adoctrinar a menores de edad, programar sus cerebros en formación
–tal como hacemos con los ordenadores a los que hay que cargar el software para
poder trabajar con él- es formar a la persona y hacerla plena, cuando lo que
hace es privarle de su capacidad critica y de su libertad personal. De ahí el
especial interés en intervenir ante las autoridades civiles para mantener toda
la serie de prerrogativas que tiene en el ámbito de la enseñanza en los centros
educativos, especialmente en las escuelas infantiles.
Somos muchos los que rechazamos
abiertamente la existencia de Dios y no por ello significa un “ataque sistemático”,
como dice monseñor, contra ese dios en el que él cree; la cuestión es que para
el tal cardenal-arzobispo la cosa de creer no es algo dejado a la libre
voluntad de cada cual, sino una obligación moral de creer, de ahí ese fanatismo
y esa soberbia que inspira todo movimiento religioso.
Quizás, en su soberbia, piensa el
arzobispo que él y su curia son mejores que nosotros los ateos; tengo dudas más
que razonables de que esté en lo cierto. ¿Acaso no fueron ustedes los
responsables directos de las muertes de millones de personas a lo largo de
veinte siglos de cristianismo en las múltiples guerras de religión? ¿Acaso se
olvidaron de los siglos en los que la Inquisición aterrorizo a Europa, esos
tiempos en los que dominicos y franciscanos pugnaban por implantar los mas
atroces instrumentos de tortura, o de la evangelización forzada de los
habitantes de las tierras conquistadas de America del Sur, o de las muertes que
se hubieran evitado si ustedes no se hubiesen opuesto a la investigación del
cuerpo humano y al desarrollo de las ciencias de la naturaleza, o de los
obstáculos que ustedes ponían y siguen poniendo al desarrollo del resto de las
ciencias y a la libertad de pensamiento? ¿Acaso no recuerdan que siempre
estuvieron del lado de los poderosos, de los reyes y monarcas y que tramaron e
intrigaron por conquistar territorios? Y en tiempos más recientes, ¿acaso no
miraron ustedes para otro lado durante la II Guerra Mundial con el exterminio
de judíos – ¿solo porque ajusticiaron al hijo de su dios?- o compartieron el
poder con el dictador Franco, que tantas muertes ocasiono durante y después de
la Guerra Civil española? No, ustedes ignoran la historia o la tergiversan.
Como también miran para otro lado cuando se les acusa a muchos de sus colegas
de sotana de pederastia, piensan que con el “arrepentimiento y el perdón”
basta, pero se equivocan, no es su dios quien tiene que juzgarles sino los
tribunales de justicia. Es verdad que las paredes de la ciudad-Estado del Vaticano les confiere inmunidad, no solo a
las personas sino a sus instituciones como es el caso del Banco del Vaticano, que
para disimular se llama Instituto para las Obras de Religión (IOR), es decir
para el trapicheo y blanqueo del dinero procedente de los negocios de “la santa
madre iglesia” en nuestro mundo global y también del procedente de las mafias
(no solo italianas) –hay muchísimas publicaciones sobre el tema, asesinatos
incluidos-.
No, señor arzobispo de Barcelona,
ustedes no son mejores que los que excluimos a su dios y al resto de dioses
verdaderos, es más afirmo que son peores, de peor calaña, a ustedes no les
interesa lo que les pasa en la Tierra a los demás –salvo en lo relativo a sus
propios intereses económicos y de poder-, ustedes parecen más interesados en
conquistar “almas” para transcenderlas al “cielo”, pero ni lo uno ni lo otro existen,
así que además de ser peores que nosotros los no creyentes están ustedes
equivocados, plenamente equivocados.
Además le diría al monseñor, si
pudiera oírme, que su preocupación es una satisfacción para mí, para el resto
de los ateos y supongo que para muchos agnósticos también. Así pues continúe
usted preocupándose, indígnese también, encomiéndese a su dios que quizás
escuche su plegaria y consiga convertirnos.
Sistach critica "una cultura dominada por
el laicismo que niega a Dios y la trascendencia"
A la misa de la Mercé
asiste el presidente de la Genralitat, el alcalde de Barcelona y los portavoces
municipales del PSOE, PP, UpB y ERC, sólo el de ICV-EUiA no ha asistido al acto
religioso
Documento con fecha Wednesday, 24 de September de 2014. Publicado el Wednesday, 24 de September de 2014.
Escrito por: Redacción.Fuente: Periodista Digital.
Escrito por: Redacción.Fuente: Periodista Digital.
El cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, ha clamado este miércoles contra la
"indiferencia religiosa y
agnosticismo" en Europa y ha tachado estas corrientes de
amenaza contra la vocación de trascendencia y plenitud del hombre.
Durante el sermón pronunciado en la misa de la festividad de la
Mercè, a la que han acudido el presidente de la Generalitat, Artur
Mas, y el alcalde
de Barcelona, Xavier Trias,
Sistach ha criticado que la incredulidad no se manifiesta como un "rechazo
abierto y un ataque sistemático hacia Dios", sino con aires de
indiferencia, que ha tachado de igualmente perjudiciales.
En su discurso, que ha eludido cualquier referencia al proceso
soberanista o a la retirada del proyecto de reforma del aborto,
Sistach ha observado que "los pueblos de África y de Asia admiran las
prestaciones técnicas y la ciencia de occidente, pero temen un tipo de razón
que excluye totalmente a Dios de la concepción del hombre como la forma más
sublime de la racionalidad".
Además del presidente de la Generalitat y del alcalde, han
asistido al culto en la basílica dedicada a la patrona de Barcelona los líderes
de los grupos municipales del PSC, del PP y de UpB --Gabriel Colomé, Alberto Fernández y Jordi Portabella (ERC), respectivamente--,
además de otras personalidades civiles, policiales y militares; una de las
ausencias esperadas ha sido la del líder de ICV-EUiA, Ricard
Gomà.
El cardenal ha criticado que una "cultura dominada por el laicismo niega a Dios y la
trascendencia", así como un camino que puede llevar a la
plenitud, y ha tenido unas breves palabras para la inmigración, que ha
atribuido a la imposibilidad de muchas personas a encontrar trabajo en su país,
y ha lamentado imágenes relativas a su llegada en las fronteras.
En este sentido Sistach ha señalado la necesidad de "estar muy abiertos a África para ayudar a su
desarrollo".
"Hieren las imágenes de inmigrantes que llegan o pretenden
llegar en condiciones inhumanas", ha dicho el cardenal, que ha señalado
que la inmigración tiene su origen en la imposibilidad de encontrar trabajo.
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