NT (texto bíblico): Si uno
pecare, oyendo a otro imprecar y siendo testigo de la imprecación, porque lo
vio, o de otro modo lo conoció y sin embargo no lo denuncio,… o si tocare sin
darse cuenta algo impuro,… o vanamente jurare… confesará su pecado y ofrecerá a
Yavé una hembra de ganado menor y el sacerdote le expiara de su pecado. Si no
tuviese res ofrecerá dos tórtolas o dos pichones y si tampoco puede llevaran un
décimo de flor de harina. (LEV. 5.1-13)
Si uno por ignorancia
prevaricase, pecando contra las cosas santas que son de Yavé, ofrecerá un
carnero… (Lev 5.14-26).
CM (comentario): En la misma
línea se establecen diferentes tipos de incumplimientos de menor consideración
y la forma de expiar el pecado cometido. Son los casos de delación obligada,
falsos juramentos, posesión ilícita de cosas y otros delitos menores. Todo un
código cívico-religioso, propio de una sociedad primitiva y teísta que,
afortunadamente y salvo en las sociedades islamistas, ha sido superado gracias
al desarrollo científico-técnico y a la evolución en paralelo del pensamiento
racional.
NT: Ordena Yavé que el holocausto
arderá sobre el altar de la noche a la mañana y el fuego del altar se tendrá
siempre encendido. El sacerdote, revestido de la tunica de lino, quitara la
ceniza… y quitadas las vestiduras de lino la llevara fuera del altar a un lugar
puro. El sacerdote alimentará el fuego con leña todas las mañanas. (Lev 6.1-6).
El sacerdote tomara un puñado de
flor de harina con su aceite y todo el incienso y lo quemará sobre el altar, en
olor de suavidad, como memoria a Yavé. Lo que reste de la ofrenda lo comerán
Arón y sus hijos. Y continua Yavé diciendo a Moisés: He aquí la ofrenda que han
de hacer Arón y sus hijos el día de su unción: un décimo de efá de flor de
harina, como oblación perpetua. Se freira en la sartén amasada con aceite… el
sacerdote ungido con su linaje ofrecerá esto como oblación. Esta es la ley de
la hostia por el pecado. Es cosa santísima, quien quiera que toque la carne se
santificará. La comerán los varones de los sacerdotes. (Lev 6.7-23).
CM: El mantenimiento del fuego
durante la noche y alimentarlo a la mañana para todo el día, o tiene un
significado simbólico respecto a mantener vivo el lugar del sacrificio o se
trata de una cuestión practica ante la pejiguera de tener que encender el fuego
antes de cada sacrificio, dada la ausencia de instrumentos mas cercanos hoy día
como la mecha o la cerilla.
El rito tiene un gran parecido
con el de la misa católica, en la que se ofrece a los fieles el cuerpo y la
sangre de Cristo. El sacerdote vestido con su traje de ceremonial, el altar o
lugar del sacrificio, el incienso para dar ese olor suave que se respira en las
iglesias, la hostia sagrada hecha de flor de harina, la redención del pecado,
todo para mayor gloria del creador, por si estuviera necesitado de ensalzar su
ego.
En los siguientes versículos (Lev
7.1-38) se estable como se ha de realizar el sacrificio por el delito y el
sacrificio pacifico y la forma y días en que han de comerse la carne del
sacrificio. Establece Yavé que aquel que estando impuro comiere la carne de la
victima pacifica ofrecida a Yavé será borrado de su pueblo, mostrando una vez
mas su grado de crueldad y falta de piedad. Cabria preguntarse que será
entonces de todos aquellos católicos que estando en pecado (impuros por tanto)
y no se han confesado, ni arrepentido, ni hecho propósito de enmienda, se
acercan al sacerdote a recibir el delicioso bocado de la carne de Cristo
convertida en hostia por la gracia del ofertante. Deberían ser borrados de su
pueblo, que no se si quiere decir expulsado de su comunidad o exterminado de la
faz de la Tierra, en todo caso, debe ser grande el delito a los ojos de Yavé.
También establece Yavé que no se
comerá sebo de animal muerto y será borrado de su pueblo quien se atreva a
comer sebo del animal sacrificado, como también será objeto de borrado si se
atreviera a comer sangre, ni de ave, ni de bestia, en ninguno de los lugares en
que habitáis. Yavé parece no haber tenido en cuenta la hambruna en que con
frecuencia se encuentra gran parte de la humanidad, pero dado el conocimiento
que ya tenemos de la condición de Dios, no es algo que parezca preocuparle
demasiado, no en vano el mismo ha sido el artífice de innumerables hambrunas y
exterminios tal como la misma Biblia nos relata en los libros precedentes:
Génesis y Éxodo.
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