lunes, 21 de abril de 2014

Tres vergüenzas

Solo dos paginas del periódico El País del día 17 de abril han bastado para tener conocimiento de tres hechos relevantes en el ámbito de la Iglesia Católica, dos de ellos relacionados con la inmersión del la Santa Madre Iglesia en el glorioso ejercito español y la segunda, para no ser diferente respecto de la dinámica de la sociedad española, un caso de corrupción, pues a la dicha iglesia no le es suficiente la apropiación de bienes gracias a una legislación que le otorga calidad de fedatario publico, como si fuese parte consustancial del Estado.

La primera de las noticias se refiere a que los helicópteros de la Guardia Civil, que hacen vuelos entre las ciudades españolas de Ceuta y Melilla, no solo sirve para las misiones de vigilancia sino para otras de índole menos mundana como la labor pastoral del arzobispo castrense, anacronismo histórico al que se ve sometida nuestra inteligencia y nuestros bolsillos, pues estas visitas pastorales que gozan del reconocimiento de la autoridad civil competente son financiadas con fondos públicos. Vergüenza torera.


La segunda de las noticias, también en el ámbito religioso-militar, va de una peregrinación de militares a Lourdes, ciudad al sur de Francia en donde la virgen del mismo nombre hace supuestos milagros curativos a personas de las más variadas dolencias, que tendrá lugar a mediados de mayo. Dicen que se trata de un encuentro internacional para la reconciliación de los ejércitos contendientes en la II Guerra Mundial; en tal caso que pintamos los españoles en esta asunto si no participamos en aquella contienda, ya tuvimos la nuestra y acabo con la democracia y la implantación del fascismo durante mas de treinta años, por cierto, para resurgir en los tiempos presentes, eso sí, sin metralletas, de momento. A este encuentro iran 73 militares españoles en comisión de servicio, es decir que le pagamos todos los gastos de estancia, en total 56.000 euros, mas los costes de transporte en vehículos estatales; y así todos los años. ¿Cuántas cosas más hay en los recovecos de los cuarteles?

Termina esta noticia informando que se celebraran, en los cuatro días que dura el evento, cuatro misas, dos vigilias, un viacrucis, una procesión mariana y un rezo del santo rosario. ¿Quién anuncio que estábamos en el siglo XXI?


Y por último un caso de corrupción, para no ser menos que los demás. Se trata de un asunto muy simple, muy extendido en la sociedad española, vendo un bien que no es mío (porque es público o de la Iglesia en este caso, adquirida de la forma que ya imaginamos y cuyas obras de mantenimiento son costeadas con el dinero de los vecinos) por un precio por debajo de su valor a un amigo y días después se vuelve a poner a la venta por diez veces su valor (ojo, para evitar gastos la primera escritura de compra-vente se elude). El beneficiario es un funcionario publico con poder para decidir y contratar con cargo a la administración y de esta forma se lleva a cabo todo un plan de reparación de iglesias y conventos con dinero de los ciudadanos, todo un tinglado en el que a nuestra costa se benefician unos pocos con las bendiciones del obispo de Tui y de la Junta de Galicia, pues esto ha ocurrido en esta comunidad autónoma. Cuando la policía investiga, graba conversaciones por orden judicial y se descubre el pastel, se forma una piña y todos se encubren, de inmediato se monta la estrategia de defensa que es bien conocida, tratar de obstaculizar la investigación y de conseguir la nulidad de las escuchas aduciendo razones infundadas y desacreditando la labor del juez. El objetivo: que todo parezca un plan orquestado por gente malvada para desprestigiar a la Santa Madre Iglesia. Pobrecita.           


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