NT (texto bíblico): Moisés convoca a su pueblo y
les comunica cuanto Yavé ha ordenado hacer (Ex. 35.1-19). Todos los que eran
hábiles en determinadas tareas, hombres y mujeres, se ofrecieron para colaborar
y aquellos que disponían de objetos valiosos (anillos, cadenas, brazaletes,…) u
objetos de oro, plata, bronce, etc., pieles o cualquier otra cosa de valor lo
entregaron para contribuir a la obra de Yavé (Ex. 35.20-29).
CM (comentario): Es difícil explicarse como
todavía podían disponer de oro, después de haberlo ofrecido anteriormente para
construir el becerro de dicho material. Considerémoslo como licencias
literarias del autor. En todo caso, gran parte de estas riquezas que el pueblo
israelí transporta en la egida es fruto de las donaciones del pueblo egipcio,
que de esta forma contribuye a los honores a Yavé. En éste pasaje ha debido de
basarse la iglesia de Roma para acumular la inconmensurable riqueza que posee,
fruto de donaciones con el sano propósito de aliviar el tiempo de espera en el
purgatorio y de expolios de toda naturaleza.
NT: Yavé ha elegido a Besalel,
hijo de Uri y a Oliab, hijo de Ajisamec, al primero como orfebre y al segundo
como escultor (Ex. 35.30-35).
CM: No sabemos si estos
ciudadanos eran realmente artistas, especialistas, a los que Yavé, conocedor de
las habilidades de todos los hombres dada su sabiduría infinita, encarga realizar esas tareas o por el
contrario, haciendo uso de su infinito poder les confirió el don del diseño, de
la talla y del arte de esculpir en ese mismo momento. En este último caso,
imaginamos la extrañeza de ambos personajes al sentirse de forma repentina
poseedores de un extraordinario don que antes no poseían.
NT: Iniciadas las obras, resulta
que las ofrendas del pueblo son superiores a las necesidades y Moisés hace
publico que no se traigan más dones (Ex. 36.3-7).
CM: El libro parece querer
mostrar la extraordinaria generosidad del pueblo israelita para con su dios,
puesto que es difícil imaginar que el pueblo disponga en exceso de objetos de
tanto valor. La iglesia romana jamás osaría decir a sus fieles que dejen de
enviar remesas de bienes; en su infinita codicia, en España, esta poniendo a su
nombre todo aquello que no tiene dueño o tradicionalmente era considerado del
pueblo, como huertas, solares, iglesias
y sus anexos, cementerios y por supuesto la casa del cura, naturalmente con el
beneplácito y el respaldo legal del gobierno.
NT: Se construyo el tabernáculo
(Ex. 36.8-38), el arca y la mesa (Ex. 37.1-16), los candelabros y el altar
(Ex.37.17-29), el altar del holocausto y el atrio (Ex. 38.1-20).
CM: El libro detalla la
elaboración de cada uno de los elementos que conforman el recinto para el
sacrificio, tal como Yavé había ordenado hacer a Moisés en el monte Sinaí.
NT: El total del oro empleado en
la obra es de veintinueve talentos con setecientos treinta siclos, la plata se
eleva a cien talentos y mil setecientos setenta y cinco siclos, el bronce subió
a setenta talentos y dos mil cuatrocientos siclos (Ex. 38.24-31).
CM: La cuestión es determinar
cual es la conversión de talentos a la unidad de medida moderna, como el kilo o
el gramo. Si tal como parece, el talento en aquellos tiempo es el equivalente a
34 Kg .,
se necesitaron mas de 986 Kg .
de oro, más de 3400 Kg .
de plata y más de 2380 Kg .
de bronce. En total más de 6766
Kg . Una cifra demasiado elevada para transportar por el
desierto; aunque con la ayuda de Dios toda carga se hace menos dura y más
llevadera.
NT: Se confeccionaron las
vestimentas sacerdotales y se engalanaron con piedras preciosas (topacio,
esmeralda, rubí, zafiro, diamante, ópalo, ágata, amatista,… engastadas en
capsulas de oro y anillos de oro. Hicieron de oro puro la diadema sagrada y
grabaron en ella “Santidad a Yavé” (Ex. 39.1-31).
CM: Cuanta diferencia entre el
cielo y la tierra, entre el reino de Yavé y el de los humanos, en aquel no hay
bienes materiales, todo es inmaterial, según dicen, pero Yavé parece echar de
menos lo material, todo aquello que ha sido posible gracias a su obra creadora
y sobre todo lo que es lujo para los hombres, el oro, el metal más preciado y
las piedras preciosas, y el lino y la púrpura y cuantos materiales más
valiosos, como si quisiera que su mundo, el mundo que el mismo ha creado, lo
sea de esplendor, de lujo, de excesos, de ansia de poder, cuando en su inmensa
sabiduría debe saber que los bienes materiales lujosos solo estarán en posesión
de los más poderosos.
NT: El día primero del año
segundo fue alzado el tabernáculo (Ex. 40.17) y todo fue dispuesto como estaba
previsto. Entonces la nube cubrió el tabernáculo y la gloria de Yavé lo lleno
(Ex. 40.34). Y si la nube no se alzaba, no marchaban hasta el día en que se
alzaba. Pues la nube de Yavé se posaba durante el día sobre el tabernáculo y
durante la noche la nube se hacia ígnea a la vista de todos los hijos de
Israel, todo el tiempo que duraran sus marchas (Ex. 40.37-38).
CM: Y de esta forma acaba el
relato del Éxodo. El pueblo de Israel, emprende la marcha hacia la tierra prometida
una vez que Yavé ha comunicado a su pueblo, a través de Moisés, los
mandamientos, la ley sagrada de obligado cumplimiento para el pueblo hebreo (no
sabemos si hemos de extenderlo al resto de la humanidad, no elegida por su
creador) y han sido creado todos los elementos para la construcción de
tabernáculo.
Así que ahora el pueblo de Israel
ha de transportar la enorme carga de siete mil kilos en oro, plata y bronce
(materiales que ya debían poseer con anterioridad en forma de adorno y ahora
transformados en objetos de culto) y todas las paredes del tabernáculo y demás
elementos del altar. Siempre guiados por la nube sagrada que durante el día se
alza sobre el tabernáculo y entonces el pueblo emprende su ruta, mientras que
en la noche la nube se hace ígnea, suponemos que se hace gris oscura y por
tanto no visible y entonces paran para descansar, lo que parece razonable por
otra parte. Salvo que no entendemos bien como trasladaban el tabernáculo.
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