sábado, 26 de abril de 2014

El hecho religioso (Parte II)


















Nos preguntábamos ¿cómo explicar la importancia del hecho religioso en un entorno de extraordinario desarrollo de las ciencias a partir del siglo XVI? y decíamos que la respuesta, en modo alguno puede ser única dada la complejidad de la realidad religiosa y su imbricación en la mente de las personas y mucho menos universal por los diferentes tipos de sociedades en que se presenta el hecho religioso.

Existen razones históricas que explican la trascendencia del hecho religioso, contradictorias con el avance del conocimiento experimentado en los últimos siglos. Desde el Congreso de Nicea (año 325 de la era cristiana) el cristianismo se convierte en la religión dominante del imperio, su alianza con el poder civil la convierte en cómplice de la acción política y como contrapartida se ve respaldada por el poder en el adoctrinamiento de la población hasta el punto de dominar la vida de las personas desde su nacimiento hasta la muerte.

No es cuestión de repasar la historia, aunque solo mencionar otros dos aspectos que tenían por objeto preservar el dominio del cristianismo sobre la sociedad y las mentes de las personas; el primero de ellos es la creación de los Tribunales de la Santa Inquisición con objeto de perseguir la herejía, es decir la discrepancia con las creencias impuestas por la jerarquía eclesiástica y en segundo lugar la labor evangelizadora, el proselitismo religioso llevado a los lugares recién descubiertos por los conquistadores españoles y portugueses principalmente.  En ambos casos el terror era impuesto cuando las doctrinas fundamentadas en la salvación o la condenación eterna no calaban en la mentalidad de la población con la suficiente solicitud. Así ocurrió durante siglos de poder absoluto, en los que, en ocasiones, los reyes se sometían a los dictados de la autoridad eclesiástica ante el temor a una indeseada excomunión que le excluyera del seno de la iglesia y con ello a la condena prematura a sufrir las llamas del infierno.

Las creencias en la vida después de la muerte y en la salvación eterna de las almas o la condena a un suplicio perpetuo habían calado en la mente de las personas, salvo algunas excepciones en las minorías mas instruidas, de tal manera que sus vidas estaban condicionadas a dichas creencias, puesto que aquello les suponía un consuelo ante las miserias del mundo en que vivían, las calamidades que sufrían y las carencias y dificultades que habían de superar para poder sobrevivir. La esperanza de alcanzar el paraíso celestial les compensaba de una vida terrenal de miseria y sufrimiento.      

Las sociedades modernas han conseguido librarse del yugo del cristianismo gracias, principalmente, al pensamiento moderno derivado del enciclopedismo y la Ilustración, con algunas excepciones entre las que se encuentra España como veremos en la siguiente entrega. Pero en algunas de estas sociedades más abiertas, con democracias mas o menos consolidadas, aunque los estados son considerados oficialmente laicos, existen Acuerdos de Colaboración (Concordatos) con la Iglesia Católica que posibilitan que la religión dominante campe a su antojo y para su propio beneficio, manteniéndose aquellas viejas connivencias entre poder político y poder religioso establecidos en los siglos precedentes. Conviene recordar que la Ciudad del Vaticano, que incluye a la Santa Sede, fue configurada como Estado gracias al beneplácito del fascista italiano Benito Mussolini en el año 1929 (Pactos de Letrán), por lo que dichos acuerdos tiene la consideración de acuerdos entre estados soberanos. 

En los países de mayoría protestante no existen Concordatos pero en algunos, como los EEUU de Norteamérica, la religión tiene un peso considerable en el desarrollo de las campañas electorales. 

Mas grave aún es la persistencia de sociedades teístas en los que siguen sin concebirse un derecho civil al margen de las supuestas leyes sobrevenidas de los llamados textos sagrados, como ocurre en muchos países musulmanes, en donde la inferioridad de la mujer respecto del varón esta establecida en las propias leyes e imbuida en las mentes de los hombres e incluso de las propias mujeres. La poligamia y los casamientos forzados son practicas que se establecen de manera normativa, mientras que las mujeres son repudiadas cuando no gozan del agrado del hombre y las infidelidades femeninas son castigadas con el repudio, el desprecio e incluso con la lapidación, las violaciones no son condenadas ni perseguidas, las relaciones sexuales fuera del matrimonio son un estigma, además de otros derechos de los hombres que la mujeres no pueden ejercer sin consentimiento de algún varón. Son por tanto sociedades cerradas en las que las ideas contrarias a las establecidas por su religión son perseguidas, en ocasiones, hasta con la muerte de quienes las sostienen. En estas sociedades la persistencia del hecho religioso esta garantizada e incluso adquiere una mayor importancia gracias al avance del integrismo religioso de algunos de ello.


Y ¿Qué ocurre en España? 

jueves, 24 de abril de 2014

Santos griales

Comparad las dos imágenes y adivinad de qué se trata. La primera esta en la catedral de León y la segunda en la de Valencia. Ambas ciudades compiten, con sus respectivas autoridades en primer orden y de manera absurda, por su autenticidad en cuya determinación hay bastantes personas interesadas, incluidos historiadores de la nada. Incluso quieren convertirlo en Patrimonio de la Humanidad, para desgracia de la inteligencia. Se trata nada más y nada menos que del Santo Grial, o sea, el vaso utilizado por Jesús en la cena (que no se celebro en León ni en Valencia, sino en Jerusalén, según dicen) previa a ser crucificado. Como se puede observar ambos cálices no son objetos de arcilla, que hubiera sido lo propio; siempre nos dijeron que Jesucristo, de cuya existencia no hay demasiados vestigios, era humilde, nació en un pesebre, su padre adoptivo (pues fue hijo de un dios por parte paterna) fue carpintero y a él, salvo ayudar en la carpintería no se le conoce trabajo remunerado. 
Pero hay un tema importante en litigio, porque imaginaros un camino de peregrinación a León o Valencia en competencia con el de Santiago. Toda una oportunidad de negocio turístico. No es broma.






martes, 22 de abril de 2014

LEVITICO: De los sacrificios y oblaciones

NT (texto bíblico): Llamo Yavé a Moisés y le hablo desde el tabernáculo de la reunión (Lev 1.1). Establece Yavé el rito del sacrificio, distinguiendo entre ganado mayor (res), menor (oveja o cabra) y aves (tórtolas y pichones). En ambos casos, descuartizado el animal o no según el caso, pero siempre separando la cabeza del cuerpo, será quemado en la hoguera hecha sobre el altar y la sangre derramada en torno a él, las entrañas y las patas lavadas con agua serán igualmente quemadas (Lev 1.2-17).

CM (comentario): Todo ello se hace en ofrenda a Yavé, el dios carnicero, ávido de sangre, de sacrificio, que necesita ser adorado, venerado y exaltado para su mayor gloria. Dios cruel, primitivo y detallista en exceso, que nada deja a la libertad individual o colectiva de decidir por si mismo.

Por fortuna, este tipo de sacrificio esta deslegitimado por los nuevos comportamientos sociales, lo que invalida lo escrito en las llamadas “Sagradas Escrituras” al estar éstas sometidas a la temporalidad, a los cambios en los usos y costumbres de los pueblos, para descrédito del propio Yavé, sus supuestos profetas y lugartenientes y escritores de los textos. Obra tan divina no resiste el paso de los tiempos, como las malas películas.

Así pues, si el rito se ha cambiado por el cambio  de las costumbres, sin la anuencia del todopoderoso, porque no tenemos constancia de que Yavé se haya pronunciado al respecto de tales cambios, ni de que haya autorizado el cambio en las costumbres ni en el modo de pensar de las nuevas generaciones de humanos, cabe entenderse que se ha desobedecido a Dios, lo que supone, conociendo la naturaleza del Dios bíblico un castigo sobrehumano, salvando la irracionalidad y lo absurdo de todo lo escrito.

NT: Yavé describe a continuación como han de hacerse las oblaciones, distinguiendo entre ofrenda incruenta de cosas cocidas al horno, de frisuelos fritos o de cosa cocida en la parrilla. Toda oblación, cuya base es la flor de harina, debe hacerse sin levadura, ni miel y será quemada ante el altar como sacrificio a Yavé. No deberá faltar la sal. Tras la combustión, lo que reste de ella será para Aarón y sus hijos (Lev 2.1-16).

CM: Toda una lección de repostería fina destinada al paladar insaciable de Yavé y a su exquisito olfato para disfrutar de aromas tan deliciosos fruto de la combustión de tan exquisitos manjares.

NT: Vuelve Yavé al sacrificio con animales, detallando que hacer con el sebo de las entrañas, con el que recubre los riñones y el hígado (Lev 3.1-17).

CM: Estos pasajes son una iteración de los anteriores (Lev 1.1-17) recreándose en las partes blandas de los animales sacrificados, riñones e hígados y el trato especial que ha de darse al sebo. Distingue, en todo caso, entre res, cordero y cabra. Finalmente Yavé ordena que no se coma ni el sebo ni la sangre del animal sacrificado.

NT: Yavé encomienda a Moisés decir a los hijos de Israel: “Si pecare alguno por ignorancia, haciendo algo contra cualquiera de los mandatos prohibitivos de Yavé e hiciera alguna de estas cosas:
            Si es sacerdote ungido el que peca, haciendo así culpable al pueblo, ofrecerá a Yavé, pos su pecado, un novillo sin defecto. (Describe como realizar el sacrificio y que hacer con la sangre, el sebo, los riñones, el hígado, la redecilla, los lomos, la piel, sus carnes, cabeza, piernas, entrañas y excrementos, estos últimos se tiraran junto con las cenizas, fuera del campamento).
            Si fuera la asamblea del pueblo la que peca, sin darse cuenta (por ignorancia), ofrecerá un novillo, procediendo de forma análoga al caso anterior.
            Si fuera un príncipe del pueblo, llevará un macho cabrio sin defecto.
            Si fuera uno del pueblo, llevará una cabra sin defecto y hembra.
            En todos los casos el sacerdote mojará los dedos en la sangre del animal sacrificado y untará de ella los cuernos del altar (Lev 4.1-35).

CM: Se trata, en todos los casos, de pecados cometidos por desconocimiento, por ignorancia de los mandatos de Yavé; no se trata pues de un incumplimiento de los preceptos de forma consciente. Hasta aquí no establece el texto bíblico una gradación en el tipo de afrenta, sino una redención diferente según la escala social, salvo el caso del cometido por la asamblea del pueblo.

Y no parece haber una notable diferencia entre el pago del príncipe y “uno del pueblo”. Al príncipe, personaje único, se le debe suponer un mayor y mas preciso conocimiento de los preceptos o leyes divinas, además de una mayor responsabilidad al tener un compromiso con su pueblo. Por otra parte, su capacidad de renta podemos suponerla muy superior al mundano, de forma que la entrega de un macho cabrio por muy sano que estuviera no parece suponer un elevado castigo, cuando tampoco seria descabellado pensar que para cumplir con la pena enviara a alguno de sus soldados a hacerse con algún cabrito de quien lo tuviera disponible, naturalmente que sin previo pago. 

Mientras que a “uno del pueblo”, uno entre miles, un ser anónimo, se le debe suponer un mayor desapego, por lejanía, con la cosa divina y por ello en menor conocimiento de las directrices de la divinidad, además de que al estar dentro de un amplio espectro de la zona baja de la escala social, en ocasiones debería verse en grave dificultad para obtener la cabra con que saciar el ansia de Yavé y en todo caso debería suponerle un serio problema de subsistencia, pero esto a Yavé, como hemos podido comprobar le importa bien poco.

Pero ¿hay mayor ignorancia que el conocimiento basado en la supuesta palabra divina y el cumplimiento de unos supuestos preceptos proporcionados por una supuesta divinidad y ajenos a toda lógica y sentido común?

Si hay castigo por incumplimiento de la ley divina, ¿no será, quizás, igualmente posible obligar a un sacrificio por una supuesta afrenta a la razón a quienes crean en estas supuestas palabras del cruel Yavé y se sometan a su cumplimiento, como quienes se someten hoy día a actividades satánicas?


Si la ignorancia es pecado y como tal se requiere un sacrificio para los ignorantes, podríamos, en una religión inversa, satánica, considerar ignorancia no seguir los preceptos mandatados por el supuesto Satán. O podríamos considerar ignorancia todo aquello que cae fuera del conocimiento racional, científico, de la lógica y en consecuencia ser objeto de condena todos aquellos que ignoran los principios de la ciencia, del saber, de la lógica, que no se someten a la libertad de pensamiento y de conciencia.

lunes, 21 de abril de 2014

Tres vergüenzas

Solo dos paginas del periódico El País del día 17 de abril han bastado para tener conocimiento de tres hechos relevantes en el ámbito de la Iglesia Católica, dos de ellos relacionados con la inmersión del la Santa Madre Iglesia en el glorioso ejercito español y la segunda, para no ser diferente respecto de la dinámica de la sociedad española, un caso de corrupción, pues a la dicha iglesia no le es suficiente la apropiación de bienes gracias a una legislación que le otorga calidad de fedatario publico, como si fuese parte consustancial del Estado.

La primera de las noticias se refiere a que los helicópteros de la Guardia Civil, que hacen vuelos entre las ciudades españolas de Ceuta y Melilla, no solo sirve para las misiones de vigilancia sino para otras de índole menos mundana como la labor pastoral del arzobispo castrense, anacronismo histórico al que se ve sometida nuestra inteligencia y nuestros bolsillos, pues estas visitas pastorales que gozan del reconocimiento de la autoridad civil competente son financiadas con fondos públicos. Vergüenza torera.


La segunda de las noticias, también en el ámbito religioso-militar, va de una peregrinación de militares a Lourdes, ciudad al sur de Francia en donde la virgen del mismo nombre hace supuestos milagros curativos a personas de las más variadas dolencias, que tendrá lugar a mediados de mayo. Dicen que se trata de un encuentro internacional para la reconciliación de los ejércitos contendientes en la II Guerra Mundial; en tal caso que pintamos los españoles en esta asunto si no participamos en aquella contienda, ya tuvimos la nuestra y acabo con la democracia y la implantación del fascismo durante mas de treinta años, por cierto, para resurgir en los tiempos presentes, eso sí, sin metralletas, de momento. A este encuentro iran 73 militares españoles en comisión de servicio, es decir que le pagamos todos los gastos de estancia, en total 56.000 euros, mas los costes de transporte en vehículos estatales; y así todos los años. ¿Cuántas cosas más hay en los recovecos de los cuarteles?

Termina esta noticia informando que se celebraran, en los cuatro días que dura el evento, cuatro misas, dos vigilias, un viacrucis, una procesión mariana y un rezo del santo rosario. ¿Quién anuncio que estábamos en el siglo XXI?


Y por último un caso de corrupción, para no ser menos que los demás. Se trata de un asunto muy simple, muy extendido en la sociedad española, vendo un bien que no es mío (porque es público o de la Iglesia en este caso, adquirida de la forma que ya imaginamos y cuyas obras de mantenimiento son costeadas con el dinero de los vecinos) por un precio por debajo de su valor a un amigo y días después se vuelve a poner a la venta por diez veces su valor (ojo, para evitar gastos la primera escritura de compra-vente se elude). El beneficiario es un funcionario publico con poder para decidir y contratar con cargo a la administración y de esta forma se lleva a cabo todo un plan de reparación de iglesias y conventos con dinero de los ciudadanos, todo un tinglado en el que a nuestra costa se benefician unos pocos con las bendiciones del obispo de Tui y de la Junta de Galicia, pues esto ha ocurrido en esta comunidad autónoma. Cuando la policía investiga, graba conversaciones por orden judicial y se descubre el pastel, se forma una piña y todos se encubren, de inmediato se monta la estrategia de defensa que es bien conocida, tratar de obstaculizar la investigación y de conseguir la nulidad de las escuchas aduciendo razones infundadas y desacreditando la labor del juez. El objetivo: que todo parezca un plan orquestado por gente malvada para desprestigiar a la Santa Madre Iglesia. Pobrecita.           


viernes, 11 de abril de 2014

El hecho religioso (Parte I)

Después de dos mil años de cristianismo y mil cuatrocientos de islamismo se han derrumbado los pilares en los que se basaban las religiones, sin embargo no parece haberlas afectado sino levemente ante su extraordinaria capacidad para superar las situaciones más conflictivas y los obstáculos mas embarazosos. Durante ese periodo de tiempo el planeta Tierra ha ido aumentando su población hasta alcanzar y superar la cifra de 7.000 millones de habitantes. Aunque las cifras son difíciles de precisar, se estima que más de 2.200 millones son de confesión cristiana mientras que el número de musulmanes supera los 1.500 millones, cifra similar al de religiosos hindúes, budistas y resto de religiones de China, India y países limítrofes. El resto correspondería a las religiones minoritarias, pseudoreligiones y a los no creyentes (en torno a 900 millones).

Así pues la mayoría de la población mundial profesa algún tipo de religión y las dos grandes religiones monoteístas poseen un mercado que alcanza a la mitad de ésa población, aunque conviene reconocer que no todos asumen el hecho religioso de la misma manera y con la misma intensidad.

Las religiones se han fundamentado en una visión del Cosmos, de la materia, de la vida e incluso de la moral derivadas de las llamadas escrituras sagradas, aquellas que constituyen el Antiguo Testamento y dieron origen al judaísmo y a las otras dos religiones monoteístas, y de las mas recientes, Nuevo Testamento y Coran, que dicen recoger las enseñanzas de sus maestros, Jesús y Mahoma, remodeladas con las aportaciones de los llamados padres de la Iglesia en el caso del cristianismo. Pero esta visión mitológica transmitida de forma oral y escrita, reinterpretada en ocasiones, mantenida en otras, y usada en todo caso para el mantenimiento del temor y la preparación para una vida ulterior,  ha sido superada hasta extremos de hacer caer en el ridículo a estas creencias todavía persistentes en gran parte de la población. Ni la Tierra es el centro del Universo, ni lo es nuestro Sol, ni siquiera la galaxia a la que pertenecemos; ni el mundo fue creado en la forma que relata el primer libro sagrado (Génesis) ni es posible sostener la existencia de esos espacios celestiales o infernales (de los que el purgatorio es una especie de antesala), ni de sus habitantes de procedencia angelical o satánica, porque no es sostenible la existencia de una vida después de la muerte; salvo que demos por real lo que corresponde al pensamiento mágico o no racional.

El conocimiento de la realidad a través de la observación, de la experimentación, del análisis comparativo, del método científico, ha supuesto el mayor revés para los intereses de las religiones porque significa el desenmascaramiento de sus falsos fundamentos. La ciencia ha permitido desentrañar la composición de la materia, la estructura de la célula y con ello las secuencias genéticas que dan consistencia a las características hereditarias de los seres vivos, y en su continua evolución esta dando origen a nuevas disciplinas que nos traerán nuevos descubrimientos en áreas inexploradas hasta ahora. La medicina consiguió romper la barrera impuesta por las religiones al estudio del cuerpo humano, permitiendo hacer frente a las epidemias (castigo divino, según sostenían quienes se oponían al desarrollo científico) y continua su evolución, en combinación con otras disciplinas, hacia la reproducción de tejidos, órganos y la propia vida. Absolutamente nada que ver con las verdades supuestamente reveladas por la divinidad, de forma que la ciencia se convierte en el máximo oponente de las creencias religiosas.

El desarrollo y avance del conocimiento científico y sus múltiples aplicaciones tienen un reflejo notabilísimo en la cultura científica y tecnológica y en el pensamiento individual y colectivo, haciendo mella en las formas de conducta y por consiguiente en la moral establecida por mucho que las religiones o, mejor dicho, los lideres religiosos se empeñan en ignorar, en su interés por mantener cautiva la capacidad librepensadora de los seres humanos. Aunque la tecnología es prácticamente universal no lo es el conocimiento científico, circunstancia que aprovechan los líderes religiosos para dirigir su mensaje continuista y retrogrado. Es en este contexto de incultura científica y de rechazo al hecho científico donde tiene consistencia (aunque insustancial) la naturaleza divina de la hostia consagrada, las virtudes divinas de un ser humano como Jesucristo, la virginidad de su madre, la coexistencia de tres divinidades en una y otras tantas creencias que inspiran la fe de los católicos; así como las rogativas individuales o colectivas (propias de sociedades primitivas) que pretenden conseguir favores de imágenes de madera o escayola de la supuesta madre de Jesús (que aunque es solo una puede tener miles de representaciones con cualidades milagrosas diferentes), tales como acabar con una sequía o superar una compleja crisis económica. Quizás para estos propósitos u otros relacionados con las nobles y duras tareas de gobierno hay pueblos de España que se han encargado, con ceremoniales propios al caso, nombrar a sus vírgenes alcaldesas honoríficas. Tan deprimente como ver a ministros del gobierno de España  encomendándose a santas o vírgenes de renombre, no se si porque son verdaderamente ignorantes o porque creen que los ciudadanos somos idiotas.


¿Cómo explicar la importancia del hecho religioso en un entorno de extraordinario desarrollo de las ciencias a partir del siglo XVI? La respuesta, en modo alguno puede ser única dada la complejidad de la realidad religiosa y su imbricación en la mente de las personas y mucho menos universal por los diferentes tipos de sociedades en que se presenta el hecho religioso. 

lunes, 7 de abril de 2014

EXODO: Todo a punto, y fin del Éxodo

NT (texto bíblico): Moisés convoca a su pueblo y les comunica cuanto Yavé ha ordenado hacer (Ex. 35.1-19). Todos los que eran hábiles en determinadas tareas, hombres y mujeres, se ofrecieron para colaborar y aquellos que disponían de objetos valiosos (anillos, cadenas, brazaletes,…) u objetos de oro, plata, bronce, etc., pieles o cualquier otra cosa de valor lo entregaron para contribuir a la obra de Yavé (Ex. 35.20-29).

CM (comentario): Es difícil explicarse como todavía podían disponer de oro, después de haberlo ofrecido anteriormente para construir el becerro de dicho material. Considerémoslo como licencias literarias del autor. En todo caso, gran parte de estas riquezas que el pueblo israelí transporta en la egida es fruto de las donaciones del pueblo egipcio, que de esta forma contribuye a los honores a Yavé. En éste pasaje ha debido de basarse la iglesia de Roma para acumular la inconmensurable riqueza que posee, fruto de donaciones con el sano propósito de aliviar el tiempo de espera en el purgatorio y de expolios de toda naturaleza.  

NT: Yavé ha elegido a Besalel, hijo de Uri y a Oliab, hijo de Ajisamec, al primero como orfebre y al segundo como escultor (Ex. 35.30-35).

CM: No sabemos si estos ciudadanos eran realmente artistas, especialistas, a los que Yavé, conocedor de las habilidades de todos los hombres dada su sabiduría infinita,  encarga realizar esas tareas o por el contrario, haciendo uso de su infinito poder les confirió el don del diseño, de la talla y del arte de esculpir en ese mismo momento. En este último caso, imaginamos la extrañeza de ambos personajes al sentirse de forma repentina poseedores de un extraordinario don que antes no poseían.

NT: Iniciadas las obras, resulta que las ofrendas del pueblo son superiores a las necesidades y Moisés hace publico que no se traigan más dones (Ex. 36.3-7).

CM: El libro parece querer mostrar la extraordinaria generosidad del pueblo israelita para con su dios, puesto que es difícil imaginar que el pueblo disponga en exceso de objetos de tanto valor. La iglesia romana jamás osaría decir a sus fieles que dejen de enviar remesas de bienes; en su infinita codicia, en España, esta poniendo a su nombre todo aquello que no tiene dueño o tradicionalmente era considerado del pueblo, como  huertas, solares, iglesias y sus anexos, cementerios y por supuesto la casa del cura, naturalmente con el beneplácito y el respaldo legal del gobierno.

NT: Se construyo el tabernáculo (Ex. 36.8-38), el arca y la mesa (Ex. 37.1-16), los candelabros y el altar (Ex.37.17-29), el altar del holocausto y el atrio (Ex. 38.1-20).

CM: El libro detalla la elaboración de cada uno de los elementos que conforman el recinto para el sacrificio, tal como Yavé había ordenado hacer a Moisés en el monte Sinaí.

NT: El total del oro empleado en la obra es de veintinueve talentos con setecientos treinta siclos, la plata se eleva a cien talentos y mil setecientos setenta y cinco siclos, el bronce subió a setenta talentos y dos mil cuatrocientos siclos (Ex. 38.24-31).

CM: La cuestión es determinar cual es la conversión de talentos a la unidad de medida moderna, como el kilo o el gramo. Si tal como parece, el talento en aquellos tiempo es el equivalente a 34 Kg., se necesitaron mas de 986 Kg. de oro, más de 3400 Kg. de plata y más de 2380 Kg. de bronce. En total más de 6766 Kg. Una cifra demasiado elevada para transportar por el desierto; aunque con la ayuda de Dios toda carga se hace menos dura y más llevadera.

NT: Se confeccionaron las vestimentas sacerdotales y se engalanaron con piedras preciosas (topacio, esmeralda, rubí, zafiro, diamante, ópalo, ágata, amatista,… engastadas en capsulas de oro y anillos de oro. Hicieron de oro puro la diadema sagrada y grabaron en ella “Santidad a Yavé” (Ex. 39.1-31).       

CM: Cuanta diferencia entre el cielo y la tierra, entre el reino de Yavé y el de los humanos, en aquel no hay bienes materiales, todo es inmaterial, según dicen, pero Yavé parece echar de menos lo material, todo aquello que ha sido posible gracias a su obra creadora y sobre todo lo que es lujo para los hombres, el oro, el metal más preciado y las piedras preciosas, y el lino y la púrpura y cuantos materiales más valiosos, como si quisiera que su mundo, el mundo que el mismo ha creado, lo sea de esplendor, de lujo, de excesos, de ansia de poder, cuando en su inmensa sabiduría debe saber que los bienes materiales lujosos solo estarán en posesión de los más poderosos.

NT: El día primero del año segundo fue alzado el tabernáculo (Ex. 40.17) y todo fue dispuesto como estaba previsto. Entonces la nube cubrió el tabernáculo y la gloria de Yavé lo lleno (Ex. 40.34). Y si la nube no se alzaba, no marchaban hasta el día en que se alzaba. Pues la nube de Yavé se posaba durante el día sobre el tabernáculo y durante la noche la nube se hacia ígnea a la vista de todos los hijos de Israel, todo el tiempo que duraran sus marchas (Ex. 40.37-38).

CM: Y de esta forma acaba el relato del Éxodo. El pueblo de Israel, emprende la marcha hacia la tierra prometida una vez que Yavé ha comunicado a su pueblo, a través de Moisés, los mandamientos, la ley sagrada de obligado cumplimiento para el pueblo hebreo (no sabemos si hemos de extenderlo al resto de la humanidad, no elegida por su creador) y han sido creado todos los elementos para la construcción de tabernáculo.


Así que ahora el pueblo de Israel ha de transportar la enorme carga de siete mil kilos en oro, plata y bronce (materiales que ya debían poseer con anterioridad en forma de adorno y ahora transformados en objetos de culto) y todas las paredes del tabernáculo y demás elementos del altar. Siempre guiados por la nube sagrada que durante el día se alza sobre el tabernáculo y entonces el pueblo emprende su ruta, mientras que en la noche la nube se hace ígnea, suponemos que se hace gris oscura y por tanto no visible y entonces paran para descansar, lo que parece razonable por otra parte. Salvo que no entendemos bien como trasladaban el tabernáculo.