Una aproximación al Concilio de Trento respecto de la Biblia
El concilio de Trento establece que "quienes no recibiere por canónicos y sagrados estos libros, integros, con todas sus partes, como la Iglesia Católica acostumbraron a leer y se contienen en la antigua edición Vulgata latina, sea declarado anatema"
Veamos algo del Concilio de Trento y quienes eran
sus protagonistas.
Se celebra entre los años 1545 y 1563. Duro 18 años
de forma interrumpida, durante los cuales la Iglesia Católica asistió al
“reinado” de cuatro papas.
Durante su inicio gobiernan en Europa: Carlos I de
España y V de Alemania, Francisco I de
Francia y Enrique VIII de Inglaterra. Los tres murieron antes de la finalización
del concilio.
Estamos en plena crisis de la Iglesia ante la
aparición de la reforma protestante iniciada por Martin Lutero que denunciaba
la corrupción dentro de la Iglesia y acusaba al papa León X de conceder
indulgencias a violadores, adúlteros, ladrones y asesinos, de corrupción y de
simonía. Carlos I, máximo defensor de la fe católica, esta muy interesado en
que se celebre un concilio para hacer frente a la doble amenaza del
protestantismo y de los turcos. Sin embargo encontraba la oposición de
Francisco I y la falta de interés de los papas.
Veamos quienes eran los máximos responsables de la jerarquía
eclesiástica y por consiguiente los representantes de Dios en la tierra durante
esos años.
León
X. Era hijo de
Lorenzo de Medici (el Magnifico) y fue nombrado cardenal a los 13 años.
Disfrutaba de la presencia de jóvenes varones. Su amante Alfonso Petrucci, que fue nombrado cardenal tras ocupar la silla
de Pedro, participo en un complot para asesinarle y tras ser descubierto fue
ejecutado junto al resto de conspiradores. Posteriormente tuvo como amante a un
nieto del sultán Mehmet II. Estos desmanes, junto a la corrupción, los gastos
en orgias, la absolución a cambio de dinero dieron origen a las denuncias de
Lutero en las famosas noventa y cinco tesis. León X murió de sífilis en el año
1521.
Adriano
VI. Se mantuvo en el papado por dos escasos años. No
hay constancia de los excesos de su predecesor.
Clemente
VII. Sobrino de
Lorenzo Medici y primo de León X. Se
negó a convocar el concilio a pesar de las fuertes presiones ejercidas por el Emperador
Carlos. Al ocupar el papado (en el año 1523) tras sobornar a varios cardenales,
le acompañaba la mulata Simonetta de Collavechio, con la que tuvo un hijo,
Alejandro el Moro, más tarde duque y señor de Florencia. Sufrió el acoso de Carlos
I, cuyas tropas ocuparon Roma (el Saco de Roma).
Paulo
III (Pablo III). El
noble Alejandro Farnesio accedió al papado tras la muerte de Clemente en al año
1534. Se le conoce, entre otras cosas perversas, por haber entregado años atrás
a su hermana al Papa Alejandro IV, para que fuese desflorada. Repartió cargos
entre sus hijos y nietos, las crónicas le acusan de incestuoso, bisexual,
asesino, espiritista y proxeneta. Llevaba
una vida mundana con frecuentes orgias en la sede papal, a pesar de lo cual
excomulgo a Enrique VIII, quien mando registrar conventos, abadías y
monasterios de Inglaterra, encontrando en ellos claras muestras del libertinaje
ejercido en su interior. Con este Papa se inicia el Concilio de Trento. Murió
en 1549.
Julio
III. Asistió como cardenal al concilio de Trento. Tuvo
múltiples amantes varones. Practico igualmente el
nepotismo, el libertinaje, la sodomía y el sadismo. Falleció en el año 1555,
tras seis años de papado.
Paolo
IV (Pablo IV). Miembro de la nobleza napolitana, fue muy
distinto a sus predecesores. Fanático, violento e intolerante, consideraba que
las mujeres eran criaturas del demonio y era partidario del castigo contra los
homosexuales y los sacerdotes y monjas que no respetasen el celibato, a quienes
amenazaba con morir en la hoguera. Su fanatismo le llevo a impulsar la
Inquisición, a crear el Índice de libros prohibidos y a quemar todos aquellos que
no estuviesen de acuerdo con sus creencias. Durante su papado el concilio
estuvo interrumpido. Su muerte, ocurrida en 1559, fue muy celebrada en Roma.
Pio
IV. Comenzó
nombrando cardenales a dos de sus sobrinos. Determino definitivamente que el
celibato y la virginidad eran los medios para alcanzar la perfección y
cualquier oposición a este dogma seria condenado con la hoguera. Con este Papa se da fin al concilio de Trento
dos años antes de su fallecimiento y con ello a gran parte de lo que constituye
hoy día el dogma y la moral católica.
(*) aunque la Iglesia Catolica trata de ocultar lo que ocurria en su seno, los documentos historicos de la epoca han dejado constancia de ello.
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