NT (texto bíblico): Esta es la ley de Moisés (DEU.
4.44-6.9).
CM (comentarios)
: Se trata de un relato para
los israelitas que han nacido durante la travesía, la mayoría jóvenes que no
han llegado a sufrir todas las inclemencias de su dios por no haber nacido aún;
sus antepasados han muerto castigados por su dios o fallecidos de muerte
natural o de cansancio y fatiga. A ellos se dirigen estos pasajes en los que
les pone al corriente de las andanzas de sus antepasados y de las leyes y
mandamientos que Moisés, recibiendo órdenes directas de su dios, puso ante los
ojos de los hijos de Israel, preceptos todos ellos de obligado cumplimiento y
que da pie al estado teísta.
La inmensa mayoría de los
israelitas de los tiempos narrados por la Biblia, antes de la llegada a Egipto
y posterior huida, no sabría escribir en la arcilla, en el formato cuneiforme o
en forma de jeroglífico, suponiendo que los tiempos correspondan con periodos
históricos reales, ni tampoco interpretar lo escrito, por lo que habrían de
memorizar los preceptos tanto civiles como religiosos. Recuerda Moisés que la alianza de Yavé con
sus antepasados es igualmente una alianza con ellos mismos y con las
generaciones venideras, así pues continua la atadura, aunque no esta del todo
claro si afectará por igual a judíos y a los futuros cristianos y musulmanes,
tan empeñados todos ellos en la idea de perpetuar este mundo como “de
sufrimiento necesario” para alcanzar el fin supremo que es la fantasía de otro
mundo después de la muerte; consuelo de las mentes débiles.
También les recuerda el gran
descubrimiento de las grandes religiones: la existencia del cielo, naturalmente
arriba, y el infierno, por supuesto abajo; creencias que muchas personas tienen
de forma literal y otras figurada a pesar de los siglos transcurridos, del
conocimiento de la esferidad de la Tierra y de su giro sobre si misma y
alrededor del Sol, por no citar los descubrimientos científicos en relación con
el origen y evolución del universo o de la evolución de las especies. Pero en
más fácil creer que pensar, asentir que cuestionar, de ésta forma las personas serán
dóciles, manejables, quietistas, conformistas, conservadoras, maleables,
manipulables.
El pasaje se encarga de recordar
a los neófitos que Dios es muy celoso, que castiga la iniquidad hasta la cuarta
generación (pero que culpa tendrán los pobres niños y niñas inocentes, que
durante toda su vida tendrán que cargar con los supuestos pecados de sus
padres, abuelos o tatarabuelos). Pero, ya sabemos, así es Yavé, celoso, o mejor
dicho vengativo, cruel y, por supuesto, asesino cuando se encarga de enviar
plagas y otros castigos con la consiguiente mortandad de poblaciones enteras.
Los nuevos fieles deben saber que
Yavé no dejará impune los delitos de tomar su nombre en vano, deberán santificar las fiestas y adorarle. Les
recuerda otros preceptos que son de sentido común como los de no matar, no
robar, no mentir, honrar a los padres o no cometer adulterio, lo que no esta en
contradicción con la poliginia (un hombre con varias mujeres) aunque sí en
contra de la poliandria.
Por supuesto, Yavé es único,
deberá ser amado con todo el corazón, con toda el alma; y así deberá ser
inculcado a los hijos en las sucesivas generaciones.
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