miércoles, 22 de julio de 2015

NUMEROS: Nuevo intento de amotinamiento

NT: Llegaron al desierto de Sin. No había agua para la muchedumbre y ésta se amotino, lamentándose: “Ojala hubiéramos perecido cuando perecieron nuestros hermanos ante Yavé” ¿Por qué nos has traído a este desierto a morir, nosotros y nuestros ganados? ¿Por qué nos sacaste de la tierra de Egipto…? Viendo esto Yavé dijo a Moisés: Toma tu cayado y reúne a la muchedumbre y en su presencia habla a la roca y esta dará agua. Hecho esto el agua broto en abundancia (Num. 20.1-13).

CM: Una vez más el pueblo se amotina ante el cansancio, el hambre y la sed, quizás contra la estupidez, son muchas las penalidades que lleva atravesando el pueblo elegido, pero esta vez no hay represalias contra quienes se lamentan de haber dejado Egipto, pues Yavé se muestra clemente y lleva a cabo uno de sus magníficos milagros sirviéndose del cayado de Moisés como varita mágica, prodigiosa, tal como ya lo hiciera en Egipto ante el Faraón, y el agua broto a raudales con solo dar un par de golpes a una roca que casualmente estaba en aquel desierto inhóspito y, supongamos que con un sol abrasador. La naturaleza al servicio del todopoderoso y de sus caprichos. ¡Como no creer en quien hace tales maravillas! Aún así Yavé advierte a Moisés y Aron que no pisaran la tierra prometida ante su falta de fe. De hecho ninguno de los que salieron de Egipto llegaron a la tierra prometida.

NT: Mando Moisés embajadores al rey de Edom para rogarle que les dejaran pasar por su territorio, prometiendo no pisar sus sembrados, ni beber el agua de sus pozos, sin detenerse hasta salir de su territorio. Pero la respuesta fue negativa (Num. 20.14-21).

CM: Resulta extraño este relato, en el que no se menciona a Yavé dando instrucciones a Moisés sobre que ha de hacer, sino que es éste quien envía mensajeros a Edom solicitando permiso para atravesar su territorio, con ruegos y aludiendo a las calamidades que llevaban pasadas. Finalmente, ante la negativa del rey renuncian a su propósito.

¿Quiere decirse de ésta forma que sin la ayuda del todopoderoso los lideres políticos-religiosos no pueden conseguir sus objetivos? Quizás sea una estratagema más de Yavé para demostrar, de nuevo, la necesidad de su presencia.  
      
NT: Alejados de Cades, la ciudad del reino de Edom en donde habían acampado, se dirigen al monte Or. Allí Yavé ordena a Moisés que despoje de sus ropajes a Arón y revista de ellas a su hijo Eleazar. Allí mismo murió Arón e hicieron duelo por él durante treinta días (Num. 20.22-30).

CM: Yavé había anunciado que Arón no llegaría a la tierra prometida, porque había perdido la fe en él y ha decidido que Arón sea desposeído de su condición sacerdotal y que muera a continuación. Puesto que la casta sacerdotal esta establecida de antemano, es su hijo quien será a partir de ahora el sumo sacerdote.

Quizás el propio Arón, quizás más inteligente que su hermano Moisés, estuviese ya cansado de tanto alargar su vida centenaria y desease pasar a mejor vida, dejando de estar sometido a la incomprensión de su pueblo y la suya misma, en una aventura sinfín. El pueblo de Israel tiene, con la muerte de Arón, la ocasión de descansar durante treinta días, o quizás de afrontar esos días más de penuria por una tierra extraña, llena de dificultades y de desventuras.

NT: El cananeo, el rey de Arad, que habitaba en el Negueb, al oír que venia Israel, los ataco y tomo prisioneros. Entonces Yavé, oyendo la plegaria de su pueblo derroto a Arad y destruyo sus ciudades, y diose a aquel lugar el nombre de Jorma (Num. 21.1-3).

CM: Unas escasas líneas para destacar la osadía de un rey que quiso interponerse en el camino de Yavé y por ello fue aniquilado junto a sus soldados y sus ciudades asoladas. No narra como se desarrollo ésta batalla, si fue tal o si la sencilla voluntad del todopoderoso fue suficiente para su aniquilación sin intervención de las fuerzas armadas israelitas. Tampoco hace mención del numero de personas que perecieron en este acontecimiento, quizás hubiese sido mas afortunada una acción del todopoderoso para convencer al rey de Arad, pero no son estas las artes de Yavé, mas amante del uso de la violencia, de arrasar y de llevar la desgracia allí por donde hace transitar a su pueblo.


viernes, 10 de julio de 2015

NUMEROS: Derechos de primogenitura y financiación

NT (texto bíblico): Dijo Yavé a Arón: Tú y tus hijos tendréis el cuidado del santuario y del altar… ejerceréis el sacerdocio… Te encomiendo también la guarda de mis ofrendas…  las comeréis en lugar santísimo… (Num. 18.1-14).

CM (comentarios): Yavé se dirige esta vez directamente a Aron, y no a través de Moisés como es su costumbre, para ratificarle una vez más a él como sumo sacerdote y a su linaje como casta sacerdotal, que vivirán, según parece desprenderse de estos textos, de las ofrendas que den los israelitas de las cuales se alimentaran. 

NT: Continúa Yavé hablando a Arón: Todo primogénito de toda carne, así de los hombres como de los animales que han de ofrecer a Yavé será tuyo. Harás rescatar los primogénitos de los hombres y de los animales impuros. Harás que sean rescatados cuando tengan un mes, y según tu estimación, en cinco siclos de plata, pero no aceptarás rescate por el primogénito de una vaca, de una oveja, ni de una cabra; serán cosas santas… (Num. 18.15-19).    
Continua Yavé: doy como heredad a los hijos de Leví todos los diezmos, por el servicio que presta. Los hijos de Israel no han de acercarse ya más al tabernáculo, no lleven sobre si su pecado y mueran. Serán los levitas los que harán el servicio… Después Yavé dice a Moisés: diles a los levitas que de las décimas que reciba de los hijos de Israel, una décima de ellas será para ofrenda a Yavé… (Num. 18.20-32).

CM: En este extenso relato Yavé establece unos derechos de primogenitura sobre los hombres y los animales no sagrados, a razón de cinco siclos de plata, a juicio de los sacerdotes, entendemos que revisables con los años en función del coste del dinero. Y a continuación se establece la parte de los bienes con los que los israelitas han de contribuir para el mantenimiento de la casta sacerdotal, en total una décima parte de sus ganancias. Es el impuesto religioso, que ha perdurado durante tantos siglos y sigue vigente aun en nuestros días; aunque en forma de aportación del Estado a la financiación de las Iglesias, sin que éstas dispongan de sus propios medios de recaudación.   

La Iglesia Católica ha sabido hacer uso de estas prerrogativas concedidas por Yavé a la casta sacerdotal para hacer una extraordinaria fortuna acumulada a través de los siglos precedentes por la vía de los diezmos y las llamadas indulgencias, gracia a las cuales y mediante el pago de una determinada cantidad de dinero a la Iglesia, ésta concede al pagador la remisión de sus pecados y un lugar preferente para alcanzar el “reino de los cielos”. Una forma de chantaje emocional basado en el miedo, en el temor, en el terror de pensar que tras la vida terráquea le esperase una condena al fuego eterno; trauma con el que las religiones monoteístas han tenido subyugadas las conciencias de millones y millones de seres humanos a lo largo de los últimos dos mil años de esclavitud intelectual.

No pagar la décima parte de los beneficios obtenidos, por pobre que se fuese, era considerado en la Edad Media un agravio a la Iglesia y un riesgo para la condena eterna, de forma que más valía ser un poco mas pobre en la tierra que abrazado en el mas allá. Y, respecto de las indulgencias, naturalmente se trataba en exclusiva de un negocio de la Iglesia con los de mayor fortuna, aquellos mortales, que tan ignorantes como los anteriores, disponían de posibles económicos para poder comprar un lugar en el paraiso celestial.

Para la Iglesia Católica, al menos, conciencia y dinero siempre fueron de la mano, la mala conciencia puede redimirse con una sustanciosa aportación a la Iglesia Católica, ávida de poder económico, y político, no en balde los poderes civiles vienen con el sello de la autoridad concedida por el todopoderoso, cuya representación en la Tierra ostenta la casta sacerdotal cuyo máximo exponente es el Papa de Roma, sumo sacerdote y jefe del Estado Vaticano, órgano director de los múltiples instrumentos de adoctrinamiento religioso y de recaudación de fondos, en ambos casos por los caminos que fuesen, ya sean lícitos o ilícitos.            

NT: Continuo Yavé: Que traigan una vaca roja sin defecto y que no haya todavía llevado el yugo sobre sí. Relata a continuación el ritual del sacrificio y reitera en la impureza de quienes se acercan a un muerto y la  purificación con agua lustral (Num. 19.1-22).

CM: Por fortuna hoy no se sacrifican reses ante ningún altar, si tal cosa se  hiciese seria considerado como un ritual satánico. Sin embargo se simula otros actos de carácter más virtual como la conversión del pan en el cuerpo de Cristo y del vino en su sangre. Pero esto no es considerado demoníaco, sino angelical y divino. Como también lo es la purificación a través del agua bendecida en las pilas de las iglesias cristianas, quizás como recuerdo del agua lustral, en la que se apagaban las cenizas fruto de los sacrificios, a la que hace mención Números en los versículos anteriores.


Las religiones siguen conservando sus ritos, quizás suavizados con el avance de las costumbres, pero tan irracionales como antaño.

viernes, 3 de julio de 2015

NUMEROS: Dios vuelve a asesinar de forma masiva

NT (texto bíblico): Al día siguiente la muchedumbre de los hijos de Israel murmuraba contra Moisés y Arón diciendo: vosotros habéis exterminado al pueblo de Yavé. Entonces apareció la nube y Yavé dijo a Moisés: Quitaos de en medio de esa turba, que voy a destruirla. Moisés ordeno a Arón: toma el incensario y corre a esa muchedumbre y expíala, porque se ha encendido la ira de Yavé y ha comenzado ya la mortandad (Num. 16.41-46). Ya había comenzado la plaga a hacer estragos en el pueblo, pero Arón tomo el incienso e hizo expiación por el pueblo, y se quedo entre los muertos y los vivos hasta que ceso la mortandad. Habían perecido catorce mil setecientos, sin contar los que murieron por lo de Coré (Num. 16.47-49).       

 CM (comentarios): Una vez mas la ira de Yavé no se deja esperar, su ira es permanente, antes de anunciar la media, ésta ya esta siendo ejecutada. El cruel Yavé no tiene limites, acaba de asesinar a mas de catorce mil personas después de hacerles padecer la penosa travesía del desierto, a las que habría que añadir las asesinadas en el episodio anterior.

¿Es blasfemo decir que el dios de la Biblia, el dios de los judíos, el dios de los cristianos y el dios de los musulmanes, que no dejan de ser el mismo dios, es cruel, salvaje, inmisericorde, asesino, genocida, cuando así esta expuesto en los llamados textos sagrados y reconocido en ellos por el mismísimo dios? ¿Es licito que una persona pueda ser condenada por afirmar lo mismo que sostienen estos textos sagrados, base de las tres mayores religiones monoteístas? ¿Es que no hay suficientes evidencias en los citados textos sagrados del grado de crueldad de Dios?

¿Cómo es posible, pues, que éstas religiones tengan tantos seguidores? ¿Ignorancia? ¿Temor?   

CN: Pidió Yavé que cada uno de los príncipes de Israel entregue una vara con el nombre de la tribu para ponerla en el tabernáculo. Florecerá la vara que aquel a quien yo elija, a ver si hago cesar de una vez las quejas y las murmuraciones de los hijos de Israel contra vosotros. Al día siguiente la vara de Arón, de la casa de Leví, había echado brotes, yemas, flores y almendras (Num. 17.1-9).

CM: Extraordinario prodigio. De nuevo las artes mágicas de Yavé, expuestas tantas veces en Egipto ante el faraón, vuelven a la luz, esta vez para reafirmarse en la tribu elegida por Yavé para el sacerdocio, la casa de Leví, representada a ese momento por su príncipe y sumo sacerdote Arón, pues es su vara la que florecerá, y de que manera, en el tiempo record de un día la vara sacerdotal adquiere la genética del almendro y desarrolla todo su ciclo natural, sin necesidad de ser plantado, abonado, regado y de esperar a que llegue la primavera.

Yavé pretende de ésta forma, tan absurda, aplacar el descontento de su pueblo, no ocurriéndosele otra forma más inteligente de hacerlo.

NT: Dice Yavé a Moisés: Para que sirva de memoria a los hijos rebeldes, y que cesen así las quejas contra mi y no mueran (Num. 17.10-11). Los hijos de Israel hablaron a Moisés: Esta visto, muerto somos, perdidos, perdidos todos; cuantos pretenden acercarse al tabernáculo de Yavé perecen. ¿En verdad habremos de perecer todos? (Num. 17.12-13).


CM: Pues ya están advertidos los hijos de Israel, una vez más, pues ya habían sido advertidos en múltiples ocasiones de las razones de Yavé para arremeter contra ellos.  Todos están convencidos de que están perdidos, que están sujetos a los designios de su dios y no tienen remedios. Solo queda que la casta sacerdotal, como instrumentación de la unión del poder religioso y civil sea institucionalizada para que el ser humano sea sometido, por los siglos de los siglos, hasta que por fin se rebele anta tanta barbarie.