Intento descifrar, sin
conseguirlo, un mensaje lanzado por el Papa Francisco –dicen que será I cuando
aparezca un II- también llamado el Santo Padre, el Obispo de Roma, el Vicario
de Cristo, Su Santidad, el Sumo Pontífice o el Sucesor de Pedro, además de Jefe
de Estado de la Ciudad del Vaticano.
El actual Papa, que posee los
mismos títulos que los anteriores por ser inherentes al cargo, ha declarado que
“El Espíritu Santo que Cristo ha mandado
junto al Padre, y el Espíritu Santo Creador que ha dado vida a cada cosa, son
uno y el mismo. Y por ésta razón hemos de respetar la creación, que es por otra
parte un jardín que hemos de cultivar y custodiar con respeto”
Supongo que para cualquier
católico las palabras son claras además de elocuentes, no quedará la menor
sombra de duda de lo que ello significa y cuales son las consecuencias últimas
de dicho mensaje; sin embargo para un no creyente, lector incluso de la Biblia
(sostengo que los ateos conocemos mejor la biblia que los propios creyentes)
pero no versado en la moderna lingüística vaticana no es fácil entender la
profundidad del mensaje.
Para comenzar no acabo de ver
clara la diferencia entre el Espíritu Santo y el Espíritu Santo Creador, ni que
Cristo mandara al primero junto al Padre. Es de suponer que el Padre fuera lo
primero que existiese, aunque igual tenia en si mismo un Espíritu (Santo, por
supuesto) Creador que le movió a crear el mundo en el que habitamos. En tal
caso quedaría aclarada la diferencia entre ambos espíritus, el segundo es el
espíritu del Padre, algo así como el alma para los mortales, solo que el Padre
no es corporal, quizás materia oscura, pero entonces, ¿Qué sentido tiene dos
espíritus en uno? O quizás esta Papa quiera aumentar la familia y convertir el
misterio del Trío en Cuarteto. Lo que si esta claro es que todos son los mismo,
esto lo sabemos desde pequeñitos, no cabe la menor duda en ello.
Por lo que sé, Cristo es
posterior al Padre y al Espíritu Santo, de hecho es el hijo del primero y
quizás también del segundo pues su madre humana fue concebida por obra y gracia
de aquel Espíritu. De forma que Cristo tendría dos padres inhumanos y un padre
putativo, José el esposo de su madre María. Así pues, si Cristo es posterior al
Espíritu Santo no pudo haber enviado a éste junto al Padre.
En cualquier caso, estas razones
son suficientes para respetar la Creación, según el Sumo Pontífice. Por
supuesto el Papa Francisco da por sentado que el Padre o el Espíritu Creador
crearon el mundo, por entonces no estaba Cristo que apareció como 13.700
millones de años después, aunque algunos sostienen todavía que el mundo se creo
hace poco mas de seis mil años. Sea como fuera lo que si parece claro es que
una vez creado descansó, tal como dicen la Sagradas Escrituras, y sigue
descansando a lo que se ve. Bueno, los judíos sostienen que estuvo con ellos en
Egipto y los libero de la esclavitud –eso dicen- para llevarlo a una tierra
prometida, la verdad es que la inmensa mayoría dejo la vida en el camino,
aquello debió de ser muy penoso, además sometido en todo momento a la ira de
Dios, o sea del Padre o del Espíritu Santo Creador o a secas, que para el caso
es lo mismo (
http://bibliacritica.blogspot.com.es/2012/11/exodo-moises-nacimiento-y-huida.html).
En cualquier caso, fuese quien
fuese el creador, dios, el espíritu santo o fruto de la gran explosión
primigenia (el Big Bang), hemos de estar de acuerdo con el Santo Padre (no
entiendo porque los católicos le suponen santo y padre, y además lo escriben
con mayúsculas) en que lo creado, si se entiendo por ello la naturaleza, el
medio ambiente, los animales y las personas, ha de ser respetado. Pero,
entonces, ¿porqué esos preámbulos tan poco entendibles para los no creyente?
Los creyentes no necesitan entender nada de lo que les digan los representantes
de su dios en el planeta Tierra (no sabemos si en otros planetas, en donde es
probable que existan seres inteligentes, habrá establecido Dios embajadas o
no), a ellos les basta que lo diga su superior espiritual o la Santa Biblia,
también el Corán, por supuesto para los musulmanes.
Pero se confunde el Papa cuando
asemeja lo creado con un jardín; con lo que cuesta salir adelante. Muchos se
quedan en el camino, millones de seres humanos han muerto y siguen muriendo
antes de llegar a la edad adulta por carecer de alimentos, de agua incluso, de
enfermedad, y también a causa de desastres ocasionados por el dinamismo de la
naturaleza, proceso inacabable de creación. Muchos más han muerto en guerras
salvajes, muchas de ellas declaradas en nombre de Dios, Cristo, Alá u otros
dioses menores, otros sacrificados, martirizados hasta la muerte, o
perseguidos, desprovistos de sus bienes por sus ideas no conformes con la
religión dominante en el lugar. El mundo, la creación como él le llama, no es
un jardín, además él lo sabe, entonces ¿porqué lo dice así’? En este
inexistente jardín la desigualdad entre las personas perdura, es más, asistimos
a una acumulación de riqueza en cada vez menos personas gracias a la inmensa
influencia que las oligarquías financieras y empresariales ejercen en los
gobiernos de todo el mundo, sometidos al dictamen de las reglas del capital. La
Iglesia que representa el Papa no es ajena a la situación que ha vivido gran
parte de la humanidad desde el emperador Constantino hasta nuestros días,
siempre estuvo del lado de los poderosos, favoreció la acumulación de riqueza
de los grupos dominantes, incluyéndose a si misma.
En fin, que para querer cultivar,
custodiar y, sobre todo, respetar el jardín, o el fruto de la creación, o
digámoslo en términos menos confusos, la madre naturaleza, incluida las
personas, mucho ha de cambiar en la Iglesia que dirige Francisco.