NT (texto bíblico): Dice Yavé a Moisés el modo en
que habrá de bendecir a los hijos de Israel (Num. 6.22-27). Y después de erigir
el tabernáculo, los príncipes de Israel, jefes de linaje presentaran sus
ofrendas ante Yavé: seis carros cubiertos y doce bueyes, un carro por cada dos
y un buey por cada uno de los príncipes. Se los dará a los hijos de Leví, a
cada uno según las necesidades de su servicio (Num. 7.1-5). El primer día,
presento su ofrenda Nasón, ofreciendo un plato de plata de ciento treinta
siclos de peso y un jarro de plata de setenta siclos, ambos llenos de flor de
harina amasada con aceite para las ofrendas; una taza de oro de diez siclos,
llena de perfumes; un novillo, un carnero y un cordero primal, para el holocausto;
un macho cabrio, para el sacrificio expiatorio; y para el sacrificio pacifico,
dos bueyes, cinco machos cabrios y cinco corderos primales. Y así cada día
hasta completar las ofrendas de los doce príncipes tribales (Num. 7.6-83).
CM (comentarios): En primer lugar, hay que
hacer notar que el tabernáculo se termino de erigir un par de libros atrás, es
decir en el Éxodo, siendo allí donde debiera figurar estas ofrendas. Pero
supongo que será para no hacer cargar demasiado las tintas en las cantidades de
plata y oro ya empleadas en su construcción.
En cualquier caso, los textos
relatan pormenorizada e iterativamente las ofrendas de cada uno de los jefes de
las distinta tribus de Israel, aun existiendo apenas diferencia entre las
ofrendas de uno y otro, en total doce platos de plata, doce jarros de plata,
doce tazas de oro, que hacen dos mil cuatrocientos siclos de plata y ciento
veinte siclos de oro. En cuanto a los animales hacen un total de 24 bueyes, 12
novillos, 72 carneros, 72 corderos y 72 machos cabrios, en total 252 animales
destinados a ser sacrificado (Num. 7.84-88).
Doscientos cincuenta y dos
animales de un considerable tamaño, dan para mucho, una vez sacrificado han de
comerse rápidamente para que no deriven en carne putrefacta, salvo que los israelitas
conocieran alguna forma de conservarla intacta por algún tiempo. Pero, pensando
con una cierta lógica, cabria suponer que no todos se sacrificaran al momento,
sino que los sacerdotes hicieran con ellos una mediana granja para su conservación hasta el momento del
sacrificio.
No se sabe exactamente la
conversión del siclo a las unidades de peso actuales, pero podría equivaler
entre 10 o 15 gramos .
Si aceptamos que un siclo es igual a 12 gramos , significaría que las ofrendas
supusieron 28,8 Kilos de plata y 1,44 Kilos de oro, lo que no deja de ser una
cantidad considerable. De esta forma los autores bíblicos pusieron las bases
para la financiación de la casta sacerdotal, el establecimiento de un tributo
que los fieles habrían de pagar por los servicios religiosos. Es algo que han
legitimado e institucionalizado las religiones a lo largo de los siglos hasta
nuestros días, en que los estados financian a las religiones ante la supuesta
imposibilidad que estas tienen para sobrevivir con las aportaciones de los
fieles, absoluta falsedad, dado que el imperio económico acumulado, al menos en
lo que a la Iglesia Católica
se refiere, es más que suficiente para su sostenimiento sin aportación externa.
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