sábado, 24 de enero de 2015

NUMEROS: Creando la casta sacerdotal

NT (texto bíblico): Yo he tomado a los levitas en lugar de todo primogénito, que abre la vulva de su madre, y los levitas serán míos como mío es todo primogénito; el día en que yo maté a todos los primogénitos en la tierra de Egipto, me consagré a mí todos los primogénitos de Israel, tanto de hombres como de animales; son míos. Yo, Yavé (Num. 3.11-13).

CM (comentarios): Estas frases serian suficientes para rechazar cualquier creencia religiosa basada en el dios bíblico, un dios que se confiesa y se enorgullece sin tapujos de ser un asesino, “yo maté a todos los primogénitos de Egipto”. Los textos bíblicos están saturados de referencias asesinas (desde sus orígenes, en el llamado paraíso terrenal) y genocidas (desde el supuesto diluvio universal). Así pues La Biblia debería ser un libro condenable por hacer apología del asesinato y del genocidio.

Los levitas son los elegidos para las tareas del sacerdocio y no los primogénitos, a pesar de que ambos son suyos, de su absoluta propiedad y puede hacer por tanto con ellos lo que le venga en gana. Yavé reafirma de forma contundente su calidad de amo, “son míos” y su narcisismo “Yo, Yavé”. 

 Del texto podría deducirse que, en este caso, la calidad de primogenitura es identitaria tanto para la mujer como para el hombre, puesto que entiende como primogénito a quien abre la vulva de su madre, y no está escrito que el primer nacimiento de una mujer haya de ser varón. Quizás al escritor se le haya pasado esta consideración, puesto que no es concebible para los escritores bíblicos un tratamiento por igual al varón y a la mujer.

NT: Enumerad a los hijos de Leví según su linaje y familias. Haz el censo de todos los varones de un mes para arriba… Todos los primogenitos varones fueron veintidós mil doscientos setenta y tres… Para el rescate de los doscientos setenta y tres primogénitos que sobrepasan al número de los levitas, toma cinco siclos por cabeza; este dinero se lo entregara a Arón y sus hijos como rescate. Y así lo hizo Moisés (Num.3.14-51).

CM: Enumera el libro toda la descendencia por familias de Leví, uno de los muchos hijos de Jacob y hace el censo de todos los varones de más de un mes haciendo un total de veintidós mil personas destinadas a hacer cumplir los preceptos de Yavé, a mantener la fe del pueblo de Israel en el dios criminal y asesino, tal como el mismo se califica; es la casta sacerdotal.
El número de primogénitos excede al número de levitas, según el censo, en doscientas setenta y tres varones, y por esta diferencia debe pagarse un precio destinado al culto. De lo que se deduce que ha de haber un levita por cada primogénito y por el excedente se deberá pagar un rescate. No queda muy clara esta relación biunívoca que obliga a pagar por un excedente en el número de primogénitos, ni como se determina cuales son esos primogénitos excedentes ni como se ha de pagar. Además por cada varón que cumpla un año de nacido se incrementara el excedente y con ello se realizara un nuevo rescate, salvo que se produzca alguna defunción. Caprichos de Yavé.

NT: Haz el censo de los hijos de Caat, desde los treinta años para arriba hasta los cincuenta. A continuación enumera los rituales destinados a los descendientes de ésta familia en el tabernáculo. Y así ordena hacer con todos los descendientes de los otros hijos de Leví, Gersón y Merarí (Num. 4.1-49).


CM: En total son ocho mil quinientas personas comprendidas entre los treinta y los cincuenta años los destinados al culto. Por tanto veinte años de vida laboral, entendemos que hasta los veinte años estarían escolarizados aprendiendo de sus mayores los preceptos de Yavé y las diferentes tareas que le serán encomendadas al cumplir la edad fijada. A la edad razonable de cincuenta años pasan a engrosar el grupo de jubilados, aunque para aquellos de larga vida quizás se les hiciera penosa tanta ociosidad. 

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