sábado, 26 de julio de 2014

LEVITICO: La instauración de la teocracia y las contradicciones bíblicas


NT (texto bíblico): Todo hombre de la casa de Israel o extranjero que coma sangre de animal cualquiera, yo me volveré contra el que coma sangre y le borrare de en medio de su pueblo, porque la vida de la carne es la sangre y yo os he mandado ponerla sobre el altar para expiación de vuestras almas (Lev 17.10-11).
 
CM (comentario): De nuevo el castigo es la aniquilación del infractor. La sangre es la vida y por consiguiente debe ser consagrada en sacrificio a Yavé para expiar las culpas de los hijos de Israel, extendible a los extranjeros que habiten en medio de ellos quienes están obligados a adaptarse a la legislación establecida por Yavé para su pueblo elegido. En esta ocasión al extranjero se le pone al mismo nivel de los israelitas, pero para cumplir con sus reglas y mandamientos, en ningún caso tendrá la consideración del cruel y vengativo Yavé, para quien solo cabe el odio para con el extranjero, por muy hijo suyo que sea, como creador de la humanidad según él mismo manifiesta.

NT: Yavé hablo a Moisés diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles que yo soy Yavé, vuestro Dios. No haréis lo que se hace en la tierra de Egipto,  donde habéis morado, ni haréis lo que se hace en la tierra de Canán, adonde yo os llevo, no seguiréis sus costumbres. Practicareis mis mandamientos y cumpliréis mis leyes (Lev 18.1-4).

CM: Yavé vuelve a insistir en que él es Yavé, el Dios de Israel, enfatiza esta afirmación para dar peso a lo que viene a continuación. Deberán olvidarse de las costumbres adquiridas en Egipto, de sus leyes y hábitos adquiridos, tampoco deberán adaptarse a lo que vean en Canán, la tierra de destino, no aceptaran sus leyes, sino el cuerpo legislativo que él esta desarrollando e imponiendo durante el largo camino que les lleva a la tierra prometida. Renegarán de sus costumbres pasadas, rechazaran las costumbres de los pueblos que van a conquistar e impondrán la ley de Yavé por la fuerza de las armas.

A partir de ahora se creará una teocracia, Yavé ha legislado para las generaciones futuras, que deberán cumplir con la legislación impuesta por él, siempre bajo el terror, la amenaza de la aniquilación total.  

NT: Guardareis mis leyes y mis mandamientos. Ninguno de vosotros se acercará a una consanguínea suya para descubrir su desnudez. No descubrirás la desnudez de tu padre ni de tu madre, ni de la mujer de tu padre, ni de tu hermana, ni de la hija de tu hijo o de tu hija, ni de la hermana de tu padre, ni de la hermana de tu madre, ni del hermano de tu padre acercándose a su mujer, ni de tu nuera, ni de la mujer de tu hermano (Lev 18.5-17).

No tomarás a la hermana de tu mujer, no te acercaras a una mujer durante el tiempo de su impureza, no tendrás comercio con la mujer de tu prójimo marchándote con ella, no darás hijo tuyo para ofrenda a Moloc, no te ayuntarás con hombre, ni con bestia. No cometáis ninguna de estas abominaciones, que han cometido los hombres de esa tierra que la habitaron antes que vosotros. Yo Yavé vuestro Dios (Lev 18.18-30).

CM: Quedan prohibidas así las distintas formas de relaciones incestuosas y de relaciones consideradas perversas, entre ellas las relaciones entre hombres (no se considera que entre las mujeres pueda haber relaciones sexuales) por ser abominables, y si tenemos en consideración que a continuación de ella establece la prohibición de relaciones con las bestias cabria entenderse el grado de perversidad que supone para los escritores bíblicos y la mentalidad de la época la homosexualidad. Todavía en nuestros tiempos, algunos la consideran como una lacra, en el mejor de los casos como una enfermedad curable.

Sin embargo, en ningún caso ha condenado los textos bíblicos los innumerables casos de incesto, ni siquiera los ha considerado como tales; aparecen en el Génesis y en el Éxodo, desde la procreación entre los hijos de Adán y Eva y las posteriores familias y clanes bíblicos, entre ellas la de Noe, única familia que sobrevivió al diluvio, fenómeno con el que tanto disfrutó el creador.  

No deja de ser curioso el caso de Abraham, que siendo su mujer Sara esposa y hermana, deja que se entregue a otros hombres para su propio beneficio (“aunque en verdad también es mi hermana, hija de mi padre, pero no de mi madre y la tome por mujer” (G20.12)).

Quedan prohibidas todas las relaciones con la mujer durante la menstruación, dado su estado de impureza. Y prohíbe, igualmente, la ofrenda de un hijo a Moloc, supuesto dios pagano, aunque Yavé no tuvo problemas en pedir a Abraham que le ofreciera en sacrificio a su hijo primogénito Isaac.


Por otra parte, Yavé da por supuesto que este tipo de abominaciones son propias de los pueblos que habitan las tierras de Canán, sin que parezca demostrado históricamente. En todo caso son abominaciones que él mismo ha ordenado o permitido hacer tiempos atrás. Quizás esta cambiando el modo de comportamiento del mismo Yavé o quizás los escritores no se pusieron de acuerdo entre si, quizás ni se conocieron.  

lunes, 21 de julio de 2014

El obispo de Córdoba

El Obispo de Córdoba (España) ha publicado una carta “pastoral” el pasado 17 de julio digna del mayor de los ignorantes. A decir verdad no es el único, salvo que sean unos hipócritas, de los que la Iglesia de Roma esta llena; no hay mas que darse una vuelta por la historia para observar la corrupción que ha imperado en el Vaticano, y que continua en nuestros días a pesar del supuesto esfuerzo del papa  Francisco para neutralizar los contactos con la mafia y combatir la pederastia en el seno de la Iglesia Católica (IC).
                
La citada pastoral esta plagada de mentiras, entre estas cuando afirma que la Iglesia no quiere privilegios ni pretende ser tratada mejor que nadie, cuando hay múltiples evidencias de lo contrario, desde la consideración de fedatario publico, la exención de impuestos, la financiación (directa e indirecta) por parte de las administraciones publicas o la permisión de la enseñanza de su religión y consiguiente apología de sus creencias en los niños y niñas en proceso de formación de su mente y de su personalidad. La Iglesia presiona hasta la saciedad para mantener sus privilegios y aumentarlos si es posible, como esta ocurriendo con el actual gobierno del Partido Popular.

Pero ignorar esta realidad distinta es fruto de la soberbia y de la prepotencia con la que la IC ha estado acostumbrada a vivir a lo largo de los siglos, aliada siempre de los poderosos, siendo ella misma poderosa, sometiendo incluso a gobiernos mediante alianzas políticas y amenazas de excomunión. Enriqueciéndose descaradamente mediante el cobro de impuestos al pueblo (diezmos y primicias), sobornos (indulgencias) para alcanzar la gloria eterna, herencias y donaciones de particulares y de Estados, condados, ducados, poseyendo ella misma señoríos, prestando dinero a interés y quedándose con los bienes hipotecados por los prestatarios, acumulando riquezas en forma de bienes muebles e inmuebles (terrenos, palacios, iglesias, obras de arte,…). Hasta los tiempos actuales en los que su propio banco es el mejor instrumento de blanqueo de capitales de las mafias y de la propia Iglesia. La IC siempre supo mirar para otro lado.

En este mundo paralelo en el que quieren vivir los obispos se atreve a decir que todo lo que hacen es para ejercer la misión que Cristo le ha encomendado. No se si el tal Cristo existió o no, pero he leído sobre él y no parece que nada de lo que esta haciendo la IC sea fruto de sus enseñanzas.

Continúa el obispo afirmando que la religión no es un mal, sino un bien en la vida personal y comunitaria de la sociedad, que ha de ser respetado y promovido por la sociedad civil. Es discutible tanto que la religión no sea un mal, cuando la mayor parte de los crímenes y muertes que se han producido desde la consolidación del cristianismo lo han sido como fruto de las guerras de religión, las persecuciones religiosas y de la lucha contra la herejía. Y se echamos una mirada al presente podremos fijarnos en el mundo islámico y sus Estados total o parcialmente teístas y muchas de las sectas religiosas que predican libremente por los países americanos del norte y del sur y de Europa. Así que no esta nada claro que no sea un mal, ni que sea un bien en la vida personal y comunitaria. En lo que respecta a la vida personal, quienes son educados en las creencias religiosas están siendo manipulados, adoctrinados ideológicamente y su capacidad de pensar libremente esta siendo mancillada en aras a unas ideas, que además de ser excluyentes, son perniciosas y falsas. Y encima pretende que la sociedad civil promueva el hecho religioso y la enseñanza de la religión, ¿pero no decía que no quieren privilegios?


Se les llena la boca de Dios. Quizás sea necesario un debate sobre Dios, porque es muy probable que no exista, algunos estamos convencidos, en cuyo caso menudo fracaso de la humanidad. 

sábado, 19 de julio de 2014

La difícil individualidad

Asumamos que los individuos nacemos libres y condicionados por el medio en que nos desenvolvemos, que no existe la individualidad sin la colectividad, ni esta sin aquella, y que cada una está condiciona por la otra. Pero ¿en que medida nuestra individualidad esta sometida al pensamiento colectivo? Ciertamente los individuos no somos iguales, como tampoco lo son las sociedades que han aparecido y desaparecido desde los orígenes de la humanidad, ni siquiera aquellas que conviven en un mismo periodo histórico. En el transcurso de los tiempos la mayor parte de las sociedades han estado determinadas por factores de dominación de colectivos minoritarios sobre aquellos que conforman la mayoría social, y las formas de gobierno se han caracterizado por la anulación de la individualidad o su sustitución por la individualidad colectiva, el sentimiento común de pertenencia a un grupo social.

El pensamiento individual ha sido sometido, la mayor parte de las veces, por la fuerza de los hechos, es decir por la propia composición de la sociedad entre personas libres y esclavas en un primer nivel y entre dirigentes y súbditos. Las ideas propias disonantes con el pensamiento dominante han sido perseguidas hasta la llegada de los regimenes democráticos que han tolerado, de alguna forma, la discrepancia ideológica y religiosa. No obstante han persistido y persisten, en las sociedades democráticas y abiertas, un pensamiento colectivo que impide o dificulta el desarrollo del pensamiento individual y, que en ocasiones y de manera sutil, es impuesto a través de los modelos educativos y familiares.

La perdida de la individualidad es la consecuencia de la persistencia de los modelos continuistas, de los modos de pensamiento colectivo establecidos por las corrientes de pensamiento del momento histórico. En las centurias que conforman el largo periodo de las edades Media y Moderna el pensamiento individual estuvo sometido a los principios establecidos por los fundamentalismos religiosos cristianos, judíos y musulmanes, sin que el paso del tiempo haya liberado a la persona de tales dependencias, como puede comprobarse en la mayoría de las naciones del ámbito del Islam en donde imperan los estados no laicos (algunos claramente teístas) o en ciertos grupos del área occidental cristiana que ejercen una presión ideológica sobre sus componentes que condicionan su desarrollo personal. Aunque no son las creencias religiosas en exclusiva las que someten a la persona a la perdida de su individualidad, en nuestro actual mundo occidental el poder civil dominante, auxiliado por los medios de comunicación de masas, establecen nuevas formas de pensamiento que muchos individuos tratan de entender, asumir y justificar aunque no favorezcan e incluso sean contrarios a sus propios intereses.

La persistencia de los modelos establecidos, el no cuestionamiento de los mismos, permite la asunción como pensamiento individual de aquello que no es sino pensamiento colectivo, fruto de la costumbre, de la enseñanza recibida, del entorno familiar y social y de la influencia de los medios de comunicación en la generación de los estados de opinión. La sutileza de esta conjunción (de intereses) hace difícil determinar si la anulación de la individualidad supone un atentado contra los derechos individuales de las personas. Lo que hoy se viene a considerar como violencia de género, permisible en las sociedades patriarcales, es posible diferenciarla como tal gracias al nuevo papel que desempeña la mujer en las sociedades modernas y abiertas y gracias a ello legislar en consecuencia, de la misma forma que éstas mismas sociedades aceptan la homosexualidad (todavía considerada como una aberración y consiguientemente como un delito en algunos países, como lo estuvo en España durante la dictadura franquista) como condición sexual reconocida con todos los derechos gracias a la lucha llevada a cabo por los colectivos de gays y lesbianas. Sin embargo, en estas mismas sociedades, aunque están claramente diferenciados los derechos del menor recogidos en La Convención sobre los Derechos del Niño (éste debe criarse en un entorno familiar de tolerancia, libertad, igualdad y solidaridad, y debe ser protegido contra todo tipo de discriminación; los menores de edad tienen derecho a la libertad de expresión, de pensamiento, de conciencia y de religión) se dan circunstancias en las que estos derechos no son respetados, de tal forma que es aquí, justo en el momento en que la persona va formando su personalidad, cuando su propia individualidad esta siendo condicionada por una educación familiar y escolar llena de prejuicios morales y religiosos y fundamentada en unas creencias integristas y exclusivas.


Para situarnos en el contexto español, nuestra Constitución establece en su articulo  27 que “la educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales” mientras que añade a continuación: “los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que este de acuerdo con sus propias convicciones”, lo que además de suponer una contradicción entre ambos derechos, en aquellos entornos cerrados y sectarios en los que la preponderancia del segundo anula al primero de los derechos, queda el niño condicionado a recibir el pensamiento de sus progenitores o tutores, lo que supone una merma a su propia individualidad. Por su parte la ley de protección del menor establece que “los padres y tutores velaran porque la información que reciban sea veraz, plural y respetuosa con los principios constitucionales”, para añadir más tarde que “los niños tienen derecho a la libertad ideológica, de conciencia y religiosa”. Quizás sea hora de hacer que se cumplan estos derechos. De ello quizás dependa el futuro de nuestra sociedad, una sociedad de personas libres y por ello más justas y solidarias.

miércoles, 9 de julio de 2014

LEVITICO: Más rituales y sacrificios

NT (texto bíblico): Después de la muerte de los dos hijos de Aarón, heridos al acercarse ante Yavé, dijo Yavé a Moisés: Di a tu hermano Aaron que no entre nunca en el santuario a la parte interior del velo, no sea que muera, pues yo me muestro en la nube sobre el propiciatorio (Lev 16.1-2).

CM (comentarios): Recordemos que los hijos de Aarón fueron asesinados por Yavé ante los ojos de sus padre, de su tío Moisés y de todo el pueblo al cometer una torpeza que no gusto nada al creador. De nuevo describe el texto bíblico un ritual religioso en el que se toma un novillo para el sacrificio y un carnero para el holocausto. Aarón se vestirá con los ropajes que requiera la solemnidad del acto y recibirá de la asamblea dos machos cabrios y un carnero. Degollara el novillo y tomara brasas encendidas y dos puñados de timiama pulverizada para que la nube de incienso cubra el frente del propiciatorio, haciendo con el dedo siete aspersiones. Degollara al macho cabrio y llevara su sangre detrás del velo aspergiéndola. Después santificara el altar con la sangre del sacrificio.

Después tomara el macho cabrio vivo y sobre él confesara todas las culpas e iniquidades de los hijos de Israel. El macho cabrio será llevado al desierto y llevara sobre su cabeza todas las culpas. Así que el pobre animal esta condenado a morir de hambre en la soledad del desierto y con él las culpas de los pecadores. Quizás hubiese deseado correr la suerte de su compañero. 

NT: Esta será para todos ley perpetua; el séptimo mes, el día diez del mes, mortificareis vuestras personas y no haréis trabajo alguno, porque ese día se hará la expiación por vosotros para que os purifiquéis y seáis purificados ante Yavé de todos vuestros pecados (Lev 16.29-30).

CM: De esta forma se va estableciendo el calendario festivo para los hijos de Israel y para aquellos extranjeros que habiten en sus tierras. Se trata de un día para expiar todos los pecados cometidos, que no deben ser pocos dada la connatural impureza del ser humano.

NT: Aarón tomara los dos machos cabrios y presentándolos ante Yavé, echara sobre ellos las suertes, una la de Yavé y otra la de Azazel (Lev 16.7-8). 

CM: En medio de la exposición del ritual aparece de forma inesperada y sin presentación previa un personaje sobre el que se hecha la suerte, se trata de Azazel, al parecer un ángel en desgracia que aparece aquí sin razón alguna. Su explicación quizás venga dada por la pluralidad de escritores bíblicos y en tiempos muy distintos.

NT: A todo hombre de la casa de Israel que degüelle un buey, una oveja o una cabra, sin haberla llevado a la entrada del tabernáculo para presentarlo en ofrenda a Yavé, le será imputada la sangre, ha derramado sangre y será borrado de en medio de su pueblo (Lev 17.1-4). El sacerdote derramara la sangre en el altar de Yavé y quemará el sebo en olor de suavidad a Yavé. Esta será para ellos ley perpetua de generación en generación. Todo hombre de la casa de Israel o de los extranjeros que habiten en medio de ello que ofrezcan un holocausto o un sacrificio pacifico y no llevare la victima a la entrada del tabernáculo de la reunión, será borrado de en medio de su pueblo (Lev 17.5-9).

CM: De cumplirse este precepto, tal como lo ha establecido Yavé, los sacerdotes no han de dar abasto si todo animal que ha de servir para la alimentación de la población ha de ser llevado al templo y sometido al ritual por parte del sacerdote de turno. El solo crecimiento natural de la población haría necesario el incremento proporcional del número de sacerdotes y de tabernáculos.

En los tiempos actuales hay una ley que prohíbe igualmente, bajo pena de multa, degollar a ningún animal sin pasar previamente por el diagnostico del veterinario, que haría aquí las veces de sacerdote ante la victima. De manera racional se han habilitado mataderos colectivos que sacrifican al animal mediante procesos de ejecución en cadena. Pero esto parece estar más sujeto a la lógica sanitaria que a los caprichos de Yavé.

Yavé establece este ritual como ley perpetua para los hijos de Israel, excluyendo al resto de los humanos, es decir a la mayoría, de tamaña barbaridad. De forma que una vez más Dios habla y dictamina para los israelitas, su pueblo elegido o preferido, como queramos, lo que supone una discriminación positiva hacia el resto de los humanos, por cierto mayoritario. Así pues, este Dios es el Dios de la casa de Israel, como Yavé llama a su pueblo, de forma que el resto de los humanos podrán disponer de otro Dios que le represente, poniendo en cuestión la tan manifestada reiteradamente unicidad de Yavé.


Pero no debe ser objeto de desagrado la exclusión de tan severo precepto, sino más bien de alegría ante el castigo derivado de su incumplimiento. A nadie le gusta ser borrado de en medio del pueblo, expresión que no sabemos muy bien que significa, si destierro, exclusión social o muerte.