NT (textos): Honrar a los padres, no
matar, no adulterar, no robar, no emitir falso testimonio, no desear nada de la
casa del prójimo, ni su mujer, ni sus siervos, ni nada de cuanto le pertenece
(Ex. 20.12-17). Pero los israelitas no querían oír la palabra de Dios por temor
a morir y piden que Moisés les hable, a lo que este les dice que no teman, que
Dios ha venido para probarles y que tengan presente ante sus ojos su temor y no
pequen (Ex. 20.18-20).
CM (comentarios): Dios les hablaba en medio de
la tormenta con una voz potente y los israelitas temblaban de temor, por lo que
preferían que Yavé les hablara por boca de Moisés, como siempre lo había hecho.
Pero esta vez Dios quería que le conocieran de verdad, que tuvieran constancia
de su poder, de forma directa, para que le temieran realmente y huyeran del
pecado.
Cuando en los templos de todas
las religiones dicen que Dios es amor, deberían de aclararlo puesto que de la
lectura de la Biblia lo que se deduce es que es temor, atributo que no niegan
las religiones, entre otras cosas porque es su fundamento principal para tener
a los corderos de Dios bien sujetos.
De nuevo se observa fallos en el
guión, el discurso de Dios se ve interrumpido ante el temor de los israelitas;
Moisés se ve obligado a dirigirse a su pueblo para apaciguarlo y después
acercarse de nuevo a la nube para seguir escuchando a Dios, mientras el pueblo
permanecía retirado tras el terreno marcado virtualmente. No es comprensible la
forma en que el pueblo temeroso osa interrumpir el mensaje divino.
Lo que Yavé mando en estos
párrafos es bastante natural, las propias leyes civiles lo contemplan y lo han
contemplado desde los orígenes de la humanidad, sin embargo hay un mandamiento
que choca bastante, aunque no por lo natural, sino por la contradicción con los
propios textos bíblicos. Se trata de aquel que sostiene: no matar.
Porque la Biblia es
contradictoria en el asunto de la muerte.
No hay nada más “sagrado” como la
vida de una persona, con independencia de las creencias religiosas. Pero la
Biblia establece matices, como veremos mas adelante, cuando desarrolla el
reglamento de este mandato. De hecho muchos creyentes musulmanes, judíos o
cristianos, siguiendo a la misma Biblia son partidarios de la pena de muerte,
de las guerras de dominación y de las guerras de religión. De hecho, en la
antigüedad eran frecuentes los monjes soldados y actualmente muchos líderes
religiosos inculcan el odio en sus fieles hacia lo que viene del exterior. El
castigo con pena de muerte ha sido practicado durante siglos en nombre de la
religión para quienes no han creído en las ideas religiosas, para quienes se
han apartado de ellas o simplemente han discrepado en algún de sus dogmas.
En suma se ha matado en nombre de
Dios y se continúa haciendo.
En el Génesis, a poco de
comenzar, se da la muerte de Abel por parte de su hermano Caín. Solo hay,
siempre según la Biblia, cuatro personas en el mundo y ya se produce el primer
asesinato.
Mas tarde, estando descontento
Yavé con los hombres, les envía un
diluvio en el que mueren miles o decenas de miles de personas inocentes.
Después Yavé destruye las
ciudades de Sodoma y Gomorra con todos sus habitantes dentro.
Y como colofón las diez plagas de
Egipto y la matanza de los primogénitos directamente por Dios.
Ante este tipo de actuaciones de
Dios, ¿alguien se puede extrañar que en nombre de Dios algunos se arroguen el
derecho de matar a sus semejantes? ¿Alguien puede extrañarse de las guerras de
religión?
Por consiguiente cuando Yavé ordena
no matar, se contradice con sus propias enseñanzas, también Moisés mato en su
huida.
En todo caso, y dado que el
asesinato es un acto condenado de forma natural, aceptemos que éste es el mayor
“pecado” de los hombres y como tal debe ser condenado y quienes lo cometan
deben ser sometidos a la acción de la justicia, de la humana, en ningún
caso de la divina.
NT: De nuevo, Yavé insiste en su
idea inicial de que no hagan con él dioses de plata ni de oro. Me alzaras un
altar de tierra, sobre el que me ofrecerás tus holocaustos. Si me alzas altares
de piedra no la labraras, porque al levantar el cincel sobre la piedra la
profanas y no subirás por gradas a mi
altar (Ex. 20.23-26).
CM: Parece que Dios esta
obsesionado con la idea de que le honren, le ofrezcan sacrificios. Bueno,
entendamos que en los días de la Pascua celebran la fiesta en su nombre y
sacrifiquen animales en honor suyo. Esta dentro de las culturas de los pueblos
hacer celebraciones religiosa o no y sacrificar animales para el banquete.
Pero deja bien claro que no
quiere lujo en las honras, que el altar sea de tierra o de piedra sin labrar.
Muchos interpretaran algo así como llevar el altar en el interior de cada uno.
Pero si te acercas a una Iglesia
cristiana, el altar, que es la parte mas importante de la misma puesto que en
ella es donde se honra a Dios, no solo no es de tierra o de piedra sin labrar,
sino que esta lleno de adornos de plata y oro. Y no solo hay un altar, sino
varios menores que compiten entre si en lujo y esplendor. Por no hablar de la
cantidad de objetos de oro y plata maciza, cálices, copones, candelabros,
multitud de joyas en las vestimentas de las imágenes y tesoros expuestos en
vitrinas como museo visitable por el público.
En cuanto a la altura hemos de
concluir en que la mayoría están algo elevados respecto del suelo, siendo
obligado subir unos escalones hasta llegar a él. Lo que puede considerarse como
una pequeña licencia a favor de los creyentes, con objeto de que puedan ver el
desarrollo de los ritos sin necesidad de empinarse. De igual modo que las misas
al aire libre, a las que acuden multitud de fieles, se celebran sobre una
plataforma de algunos metros sobre el suelo para que el sumo pontífice se
dirija al pueblo y estos puedan contemplarle de pies a cabeza.
Nada que ver con lo que los
textos bíblicos establecen, que a tenor de sus seguidores es la palabra de
Dios.
Buen artículo.
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